Hasta 23.000 vehículos transitan cada día por la AP-7. Las barreras de esta autopista de peaje se abrirán definitivamente a partir de la próxima Nochevieja y sus usuarios se ahorrarán 300 millones de euros al año. "Es importante porque ya está bien, ¿no?", dice un conductor.
Serán 374 kilómetros de autovía gratuitos, los que unen Tarragona con Alicante. Y lo mismo sucederá con la AP-4 en el tramo de 94 kilómetros que enlaza Cádiz con Sevilla. Después de 47 años pasando por taquilla, los conductores se sienten aliviados. También se sienten más seguros porque la alternativa a la AP-4 era hasta ahora la mortífera Nacional 4, que se ha cobrado 38 vidas en los últimos diez años.
Otros tramos de la AP-7 y la AP-2 serán gratuitos en 2021. Y en las autovías donde todavía no llega la liberalización de los peajes piden el mismo trato. "Me parece una injusticia que algo que está hecho desde hace muchos años se siga cobrando y siga subiendo su precio", denuncia un hombre.
La otra cara la representan los 140 empleados de los peajes de la AP-7 y la AP-4 que perderán sus puestos de trabajo el 31 de diciembre.

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