Los ministros de Desarrollo del G20, reunidos entre este lunes y martes en Río de Janeiro, se comprometieron a reducir la "alarmante" desigualdad "sin dejar a nadie atrás", algo que consideran "esencial" para acabar con el hambre y la creciente pobreza estructural.

"La erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor reto mundial y un requisito indispensable para el desarrollo sostenible", señalaron en una declaración final divulgada al término de la primera reunión, liderada por el canciller brasileño, Mauro Viera.

El G20 reconoció la "necesidad urgente" de reducir las desigualdades a través de una implementación "plena y eficaz" de la Agenda 2030 y haciendo realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). "De forma alarmante, hemos asistido al primer aumento de la pobreza extrema y desigualdad en más de dos décadas. Aproximadamente 712 millones de personas vivían en la pobreza extrema en 2022, 23 millones más que en 2019, con tasas más altas en los países más pobres", advirtieron.

Entre los factores que han contribuido a ese agravamiento, el G20 citó desafíos y crisis, como la pandemia de covid-19, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra, la desaceleración económica, la desigualdad de género, los desastres y "los conflictos", sin aludir a ninguno en concreto. Además, subrayó que los actuales "desafíos globales sin precedentes" que enfrenta el planeta exigen un mayor compromiso de financiación y acciones "coordinadas, rápidas y tangibles a todos los niveles".

No obstante, admitió que "los esfuerzos actuales no parecen ser suficientes para alcanzar los objetivos de hambre cero y erradicación de la pobreza". En este contexto, reafirmaron su objetivo común de reducir la desigualdad de renta y "beneficiar al 40 % más pobre", en línea con la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para alcanzar ese objetivo, Brasil lanzará el miércoles una Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza para "apoyar y acelerar los esfuerzos" para erradicar esa lacra y reducir las desigualdades, en una ceremonia que estará encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Río de Janeiro alberga esta semana diversas reuniones ministeriales en el marco del G20, el foro que reúne a las mayores economías del planeta y que este año está presidido por Brasil, que se ha marcado como objetivos reducir las desigualdades, acelerar la agenda medioambiental y reformar las instituciones de gobernanza global. Entre este lunes y martes se reúnen los ministros de Desarrollo, y el jueves y el viernes será el turno de los titulares del área económica.