Garrido no lo va a hacer. Rechaza de plano la propuesta de los taxistas y no legislará el sector de las VTC. "Lo que han pretendido los representantes del sector es eliminar las licencias VTC, esta es la única realidad que tenemos sobre la mesa y la Comunidad de Madrid ha dicho basta", ha declarado Ángel Garrido.
El presidente madrileño esquiva su responsabilidad con balones hacia arriba, afirmando que "la legislación tiene que ser nacional" y hacia abajo, concretamente, "hacia el Ayuntamiento de Madrid".
Es su respuesta al texto que han presentado los taxistas esta mañana, un documento con dos claves: un tiempo mínimo de precontratación para los VTCs de una hora y que no puedan hacer servicios de menos de cinco kilómetros.
Así que estamos en el punto de partida, solo que son ya diez días de huelga que empiezan a pesar a los taxistas. "Estamos perdiendo muchísimo dinero", ha explicado uno de ellos.
Alguno asegura que está casi al límite. "A mí me está ayudando mi familia. Tengo dos hijos y mi mujer está en paro. Se está pasando muy mal", cuenta Francisco Ramírez, taxista.
Pero al menos en público su discurso no cambia: no volverán a trabajar hasta que no haya solución. Esta misma tarde, tras la concentración en Sol, los taxistas han conseguido cortar la Gran Vía. Una situación que para algunos taxistas asalariados como Antonio es injusta.
Dice que la huelga es en realidad un cierre patronal y que él ha dejado de cobrar sin que le diesen alternativa. "No puedes dejar a tu empleado aquí diciéndole: 'Oye mira he decidido ponerme en huelga por tu bien, entonces vamos a dejar de cobrar los dos'", cuenta Antonio.