Las grandes petroleras europeas y americanas están rompiendo cualquier histórico de beneficios anterior. En un semestre han obtenido ganancias récord de 100.000 millones de euros. Porque, en plena crisis energética, el oro negro es más rentable que nunca.
Lo demuestran sus resultados: Exxon ha rozado los 23.000 millones en los primeros seis meses del año, mientras que Chevron ha multiplicado por cuatro lo obtenido en la primera mitad de 2021.
En Europa, Shell, la mayor ganadora, ha ganado 24.800 millones, casi el triple que en 2021. Unos incrementos que para la ONU son deshonestos, como demuestra las declaraciones del secretario general, Antonio Guterres, hace apenas unos días: "Esta codicia grotesca está castigando a las personas más pobres y vulnerables mientras destruye nuestro único hogar".
Sumado el lucro de las principales europeas, junto con las pérdidas de BP -la única que declara haber restado-, en seis meses han obtenido esos 100.000 millones de euros, prácticamente el 10% del producto interior bruto español. Un incremento que se explica por el aumento de la demanda y por el refinado de combustibles.
Además de España, Reino Unido ya desarrolla un impuesto especial para estas compañías energéticas. Un gravamen que ya existe en Italia.