Socios mayoritarios y minoritarios del nuevo Gobierno de coalición han marcado las líneas de sus políticas al tiempo que recogían su cartera. Los más veteranos defienden su legado y las nuevas caras anuncian continuismo en sus departamentos. Declaración de intenciones ante una legislatura claramente marcada por el problema de la vivienda y el retorno a la disciplina fiscal en Europa.
Yolanda Díaz, como líder de la segunda fuerza del Gobierno y titular de Trabajo, ha aprovechado la jornada de baile de maletines para presentar a sus ministros, todos nuevos, y marcar las líneas a seguir en su área, Trabajo y Economía Social. Díaz apuesta por la reforma del Estatuto de los Trabajadores -como ya anunció Sánchez- que recoja una reducción de la jornada laboral, mayor protección para desempleados y un SMI ligado al 60% del salario medio. "El Gobierno de España no se va a conformar" ha sentenciado.
La vicepresidenta segunda también ha querido dejar claro que cada paso lo dará, o intentará hacerlo, con la mesa de diálogo social, los representantes de UGT y CCOO y de las asociaciones patronales CEOE y CEPYME. La escena ha sido muy significativa, porque mientras Díaz los calificaba como "un pilar fundamental de nuestra democracia", los cuatro representantes escuchaban con atención desde la primera fila.
Continuismo en Industria, Transportes y Seguridad Social
Las nuevas caras del Gobierno, Jordi Hereu (Industria y Turismo), Elma Saiz (Seguridad Social) y Óscar Puente (Transportes), recogen el testigo de tres ministerios en los que prometen continuismo. "Dar velocidad de crucero" a las políticas de descarbonización y turismo sostenible, ha defendido Hereu; reivindicando la reforma de las pensiones, en el caso de Saiz; o la necesidad de una transición hacia una movilidad sostenible a "alta velocidad", como ha dicho Puente.
El nuevo Gobierno también estrena dos competencias en solitario: por un lado Vivienda, ante el desafío conocido en esta materia, y por otro Transformación Digital, por la envergadura que, según ha destacado Nadia Calviño, ha llegado a tener esta área. "Es como si tuviese un hijo que ha llegado a la madurez, a la mayoría de edad", ha justificado Calviño, que traspasa esta competencia a José Luis Escrivá.
Nuevos Ministerios de Vivienda y Transformación Digital
La vivienda tiene que ser "una política de Estado" ha defendido Isabel Rodríguez, que apuesta por desarrollar la nueva ley de vivienda y ampliar el parque público, porque "no puede ser que el principal problema de los españoles sea el acceso a la vivienda que es un derecho constitucional".
La nueva responsable de esta cartera ha reivindicado que conservar el tejido social y urbano de las ciudades también es prioritario, y ha hecho un giño a 'La España de las piscinas', una obra reciente del periodista Jorge Dioni López en la que precisamente destaca los desequilibrios urbanos -e ideológicos- de las últimas décadas.
En el área de Transformación Digital, que dirigirá Escrivá, se priorizará la atracción de inversiones y la democratización tecnológica. También ha hecho mención al auge de la Inteligencia Artificial, imparable para el ministro, que de hecho ha llegado a afirmar que "las sociedades pueden adaptarse a ella de forma desordenada, lo que seguramente ocurrirá si no hacemos nada".
En la gran área económica, la cartera de Calviño, la novedad, además del abandono de la Transformación Digital, es la adquisición de Comercio, que la vicepresidenta primera considera "como su casa". De esta área, Calviño primera ha destacado la buena marcha de las empresas exportadoras gracias, entre otras cosas, según ella, a las políticas públicas desarrolladas: fondos europeos, los ERTE durante la pandemia y las ayudas aplicadas a las facturas energéticas.
En un día de ajetreo, con más de una decena de actos, los agentes sociales han querido estar en varios de ellos. En ellos, han destacado la buena disposición ante el nuevo Ejecutivo -sobre todo por parte Antonio Garamendi, presidente de CEOE-, a la vez que han destacado las dificultades políticas a las que se enfrentará. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha señalado que "el país tiene el poder muy repartido" porque "las comunidades autónomas (la mayoría) están gobernadas por el Partido Popular".