La economía española entró en recesión técnica en el segundo trimestre del año tras registrar un desplome del PIB del 17,8% entre abril y junio, su mayor caída trimestral en la serie histórica que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que arranca en 1970.
No obstante, este retroceso ha sido menor al adelantado a finales de julio, cuando el organismo, a falta de conocer algunos datos, estimó que el PIB habría caído un 18,5% en el segundo trimestre.
Por su parte, el retroceso interanual del PIB se cifra ahora en el 21,5%, frente al 22,1% adelantado a finales de julio. En cualquier caso, se trata también de un descenso récord en la serie histórica. Hasta ahora la mayor contracción anual del PIB era la del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española bajó un 4,4% interanual.
La demanda nacional restó 18,8 puntos a la variación interanual del PIB en el segundo trimestre, tasa 14,9 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, la demanda externa restó 2,7 puntos, lo que supone 2,5 puntos menos que en el trimestre pasado.
Con la fuerte contracción del PIB en el segundo trimestre, que coincide prácticamente con la vigencia del estado de alarma por la crisis sanitaria, España entra de nuevo en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Es la tercera vez en el siglo XXI en que la economía española afronta una recesión: durante la crisis de 2008 entró en ella en dos ocasiones, la primera vez en el cuarto trimestre de 2008 (saliendo de ella en el segundo trimestre de 2009) y la segunda en el segundo trimestre de 2011. Esta segunda recesión duró más tiempo, hasta el cuarto trimestre de 2013.
El periodo abril-junio se ha visto afectado de lleno por la paralización de numerosas actividades económicas como consecuencia de la declaración del estado de alarma, lo que ha provocado un retroceso de la economía sin precedentes en la historia reciente. Los datos trimestrales muestran un hundimiento del consumo de los hogares del 20,4%, sin precedentes en la serie histórica, aunque algo mejores a los datos avanzados.
Por el contrario, el gasto público aumentó entre abril y junio un 0,3%, mucho menos de lo que lo hizo en el primer trimestre (+1,3%), mientras que el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares avanzó un 0,2%, en contraste con el retroceso del 0,9% del trimestre previo.
La inversión, por su lado, registró en el segundo trimestre un recorte histórico del 22,1%, con caídas del entorno del 22% o superiores tanto en el caso de la inversión en vivienda (-22,6%) como en maquinaria y bienes de equipo (-28,6%).
El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes en los momentos actuales a la hora de medir la evolución del empleo. "Se considera que esta variable, frente a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, es la que refleja de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por la pandemia y las sucesivas medidas adoptadas", apunta.
El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, cayó en el segundo trimestre un 21,7% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del -17,7%, lo que supone 15,8 puntos menos que en el primer trimestre) debido a la reducción que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (-5%).
En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 24,9%, tasa 20,7 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 18,4%, esto es, 17,9 puntos menos que en el primer trimestre, lo que supone que en un año se han destruido 3,38 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.