De tanto rascarnos el bolsillo, ahora se nos rompe con más facilidad y tiramos más de lo ahorrado. La subida de los precios provoca que tengamos menos capacidad adquisitiva y tiremos más de nuestros fondos... incluso de aquellos que tenemos invertidos. Los depósitos suelen bajar en enero, pero este año la retirada ha sido la mayor de su historia: 13.180 millones de euros.
Sin embargo, gran parte de esta retirada no ha ido a pagar la cuesta de enero: ha huido, según los expertos, por la baja rentabilidad que están ofreciendo los bancos. "Los ciudadanos son inteligentes y raciones y, efectivamente, en cualquier sitio mejor que tenerlo en un depósito de ahorro", ha explicado el economista Alejandro Inurrieta en una entrevista en Al Rojo Vivo.
El ahorro se está dirigiendo a las letras del tesoro, que están rindiendo hasta un 3% anual. Pero también a fondos de renta fija con expectativas de llegar hasta el 2%, gracias a la subida de tipos de interés del Banco Central Europeo. "Esos tipos van a seguir subiendo, con lo cual estas rentabilidades pueden persistir en el futuro", ha abundado la directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco, Natalia Aguirre.
Más Noticias
- Entran en vigor hoy algunas de las reforma del subsidio por desempleo
- El Euríbor sigue en caída libre y cierra octubre en el 2,7%, su mínimo en casi dos años
- La gran banca gana 23.656 millones de euros hasta septiembre, un 20% más, y bate un nuevo récord
- Cepsa cambia de marca y pasa a denominarse Moeve para decir adiós al petróleo
- La inflación se eleva tres décimas en octubre, hasta el 1,8%, por el encarecimiento de las gasolinas y la luz
Estas rentabilidades superiores están provocando que los ahorradores acudan en avalancha al Banco de España en busca de esas letras: la demanda de Letras del Tesoro ha sido en febrero de más del doble de lo subastado.
Anuncian nuevas movilizaciones
Los Sindicatos de Inquilinas plantan a Sánchez y amenazan: "O bajan los precios o vamos a dejar de pagar"
El sindicato ha vuelto a amenazar con una huelga de alquileres y nuevas movilizaciones, mencionando ciudades como Sevilla, Málaga o Granada. Su lema es claro: "O bajan los precios, o vamos a dejar de pagarlos".