La inflación anual estimada del IPC en febrero de 2023 es del 6,1%, de acuerdo con el indicador adelantado elaborado por el INE, debido al alza de los alimentos y de la energía. Este indicador proporciona un avance del IPC que, en caso de confirmarse, supondría un aumento de dos décimas en su tasa anual, ya que en el mes de enero esta variación fue del 5,9%.
Esta evolución es debida a que los precios de la electricidad suben este mes, frente al descenso registrado en febrero de 2022, y a que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan más que en febrero del año pasado. En sentido contrario, destaca la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes, los cuales aumentaron en febrero de 2022, y del transporte combinado de pasajeros, frente a la estabilidad del año anterior.
Por su parte, la inflación subyacente (la que no incluye los precios más volátiles de la alimentación y la energía y se considera estructural) sigue su incremento en dos décimas, llegando a máximos del 7,7%.
El dato de febrero, que deberá ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, es 4,7 puntos inferior al pico alcanzado el pasado mes de julio, cuando la inflación escaló hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anticipó este lunes, que la inflación iba a subir por el mayor coste de la energía en las últimas semanas, para después bajar a lo largo de los próximos meses. "Hay que ir viendo cómo evoluciona la inflación durante los próximos meses. Contemplamos una ligera alza, pero luego una bajada de los mismos a lo largo de los próximos meses como consecuencia de que ha habido en las últimas semanas una subida del precio de la energía", explicó Sánchez.