La inflación general sube hasta el 3,3% en abril, una décima más que en marzo, mientras que la inflación subyacente continúa su descenso y baja cuatro décimas hasta el 2,9%, situándose así por debajo de la tasa general por primera vez desde 2022. La variación mensual del índice general, por su parte, fue del 0,7% en abril.

Así se desprende del dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) dado a conocer este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que apunta a la vivienda y los alimentos como principales responsables de esta nueva subida de la tasa de variación anual.

En concreto, de acuerdo con el INE, la tasa anual del precio de la vivienda aumentó 2,5 puntos, hasta el 4%, debido a la subida de los precios del gas, frente a la bajada en abril del año pasado. También, aunque en menor medida, a los precios de electricidad, que descendieron menos que en el mismo mes de 2023.

Por su parte, los alimentos y bebidas no alcohólicas situaron su tasa en el 4,7%, cuatro décimas por encima de la de marzo. Este incremento se debió, sobre todo, a la subida de los precios de frutas, legumbres y hortalizas, frente a la bajada en el mismo mes de 2023.

Por otro lado, el INE destaca el ocio y la cultura y los hoteles, cafés y restaurantes como los grupos con mayor influencia negativa en el IPC de abril. El primer grupo sitúa su tasa anual en el 2,2%, bajó 1,6 puntos con respecto a marzo, principalmente debido a la bajada de precio de los paquetes turísticos, que subieron en abril de 2023. En cuanto a hoteles, cafés y restaurantes, su tasa anual bajó siete décimas, hasta el 4,8%, sobre todo por los precios de servicios de alojamiento, que subieron menos que en abril de 2023.

La tasa de variación anual de la inflación subyacente -el índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos- disminuyó cuatro décimas, hasta el 2,9%. Es la tasa más baja desde enero de 2022.

Desde el Ministerio de Economía interpretan que la inflación se mantuvo estable en abril y consideran que estos datos "siguen reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y el mantenimiento del apoyo a los más vulnerables".

"La moderación gradual de la inflación se traduce en la mejora del poder adquisitivo de las familias, que ya han recuperado el poder adquisitivo pre-pandemia con un crecimiento superior al de nuestros principales socios, como ha certificado la OCDE", destacan desde el departamento que dirige Carlos Cuerpo. Asimismo, Economía sostiene que "se mantiene la competitividad de las empresas españolas, con un aumento de la cuota de mercado el pasado año".