La nueva economía colaborativa queda acorralada por la Justicia al haber sufrido dos duros golpes que ponen en riesgo el modelo de negocio. José Ramón Mínguez, abogado de Bufete Barrilero y Asociados, asegura que "la teoría en Europa, y especialmente en España, va a ser una teoría que se va a querer regular e intervenir".
Tras la denuncia de una asociación de taxistas, el Tribunal de Justicia europeo fallaba que Uber es una empresa de transportes y no una simple 'app'. "Hay unas reglas y hay que cumplirlas. Esto no es economía colaborativa, es economía sumergida", aseguraba Tito Álvarez, de Élite Taxi Barcelona, tras la sentencia.
La sentencia europea amenaza a otras iniciativas de la economía digital y llega en la misma semana en que Deliveroo también recibía malas noticias tras la denuncia en Valencia de Daniel, un 'rider' que ha trabajado en la empresa.
La Inspección de Trabajo ha fallado en contra de esta aplicación de reparto de comida. Considera que sus repartidores no deben ser autónomos, sino asalariados de pleno derecho, una decisión que el joven denunciante -Daniel- califica como positiva: "Es un precedente bastante bueno para acoger al resto de empresas, porque actúan exactamente igual".
Marco Antonio Llerena, de la Secretaría Nacional de Intersindical Valenciana, afirma que "es la primera resolución que se hace", pero asegura entender que "se va a extender a otras provincias". Tras ello, UGT presentaba esta misma semana una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra cuatro empresas de reparto de comida con este modelo.
Los 'riders' -repartidores que habitualmente se mueven en bicicleta- que trabajan para estas empresas de reparto se autodefinen como "falsos autónomos". Rubén Ranz, coordinador 'www.turespuestasindical.es', asegura que "ellos tienen que ponerlo todo mientras que las empresas, lo único que hacen, es ingresar".
Por contra, BlaBlaCar sí consiguió hace un año que la justicia fallara a su favor tras una denuncia de la patronal de autobuses, pero ahora parece que los reguladores han comenzado a poner coto a este modelo de negocio que durante unos años ha crecido entre vacíos legales.
Una auténtica vergüenza
Zulos vendidos como 'casas': los vergonzosos anuncios de presuntas viviendas a precios disparatados
Las plataformas de compra-venta de viviendas recogen algunos 'chollos' que muestran el drama que supone encontra una casa digna a un precio accesible. Hay zulos de 10 metros cuadrados vendidos por más de 100.000 euros.