Rodrigo es autónomo y regenta junto a su padre un bar de copas en Tudela de Duero. No puede irse de vacaciones más de seis días al año por las consecuencias que eso supone para su negocio.
"Irte más de una semana implica perder clientela, pierdes partes del negocio. No estás ingresando nada y te lo estás gastando", ha contado. Rodrigo trabaja casi todo el año y lamenta el trato que se les da a los autónomos.
"No estamos lo suficientemente valorados como una empresa normal, con sus días festivos, sus días de descanso y sus vacaciones", ha añadido Rodrigo.
Por la misma situación pasa Alex, también autónomo y copropietario junto a su padre de un supermercado. Perder clientela y dejar de facturar son los principales motivos por los que no se van de vacaciones.
"Cerrar la tienda supone un gasto económico importante. Al ser un pueblo pequeño servimos pan y desayunos por encargo y no podemos dejar a la gente sin pan y sin los productos básicos del día a día", ha afirmado.
Como ellos, más de las mitad de los autónomos se quedarán este verano sin vacaciones, según un estudio de la ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos). De ellos casi el 20% llevan más de cinco años sin disfrutar de ellas y el 22% afirman que desde que pusieron en marcha su negocio nunca han tenido más de cuatro días de descanso.
"El autónomo siempre ha tenido un tratamiento distinto. No tiene horarios y las vacaciones las tiene que acoplar a su negocio", ha declarado Celia Ferrero, la vicepresidenta ejecutiva de ATA.
Además, la mayoría de los que sí que pueden irse de vacaciones aseguran que no logran desconectar de su negocio.