¿Qué va a hacer Madrid para intentar controlar el turismo masificado y el aumento de los pisos turísticos en el centro? De momento, su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, no ha anunciado ninguna medida, pero rechaza una tasa turística como le propone Más Madrid, situándose así en el extremo opuesto a Barcelona, que se ha propuesto acabar con todos los pisos turísticos.

En la capital, sin embargo, ni se lo plantean. Lo más cercano es esa tasa turística de "en torno a tres euros" que propone el partido de Rita Maestre, que calcula que así se quedarían en la ciudad unos 65 millones que irían destinados a vivienda. El alcalde se opone y tampoco entra en sus planes la prohibición: "No somos partidarios de generar nuevos impuestos, tributos o tasas", ha manifestado este lunes, advirtiendo de que una tasa turística "hace menos competitiva la ciudad de Madrid como destino turístico".

Los empresarios, no obstante, exigen una regulación que frene los pisos turísticos. Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial, defiende que "es una forma de regular la calidad y la cantidad del turismo". "Lo que tenemos que hacer primero es regularlo y, si no se consigue regular, habrá que prohibir", advierte.

El enfoque en Barcelona, sin embargo, es el contrario. En la Ciudad Condal, las vecinas denuncian una situación "insufrible": "Ruido, no puedes improvisar, tienes que reservar para todo", lamenta una residente del barrio de Gràcia.

Una situación que afecta incluso a los negocios, como el gimnasio al que acude Claudia: "Aquí no vienen turistas, venimos cuatro vecinas", explica. Cree que "podrían venir más", pero todos los edificios de la zona están "llenos de turistas". Ella ha visto como algunos vecinos se han ido de la ciudad, pero no es la única. "Las personas ya se tienen que ir de Barcelona para vivir, cada vez hay menos sitio y estamos más apretados", denuncia un joven.

El presidente de la Patronal de Pisos Turísticos, Enrique Alcántara, reconoce que "el problema de la vivienda es un problema extremadamente importante, gravísimo", pero advierte: "Como lo intentemos abordar desde la óptica del turismo no vamos a resolver absolutamente nada". Defienden que había equilibrio y que la decisión del alcalde Jaume Collboni de prohibir los pisos turísticos desde 2029 no es la solución.