Antonia Jiménez tiene 81 años y sustenta a toda su familia. Con la pensión que recibe paga los recibos de la casa y apenas le llega para comer. Ni para ella, ni para ninguno de los suyos. Por eso tiene que acudir a bancos de alimentos. Mantiene a sus cuatro hijos y tres nietos que no han dejado de buscar trabajo.

Antonia Rondón, hija de la pensionista: “Nosotros no somos una familia que digamos no hay trabajo, pero no nos hemos movido de casa. No hay porque sabemos que no hay”. El número de mayores que ayudan a sus familiares se ha multiplicado en España.

Hace cuatro años uno de cada diez mayores apoyaba a algún familiar. En solo cuatro años, un estudio asegura que ahora son seis de cada diez los que ayudan a alguno de sus familiares. Los hijos son, en un 75% de los casos, los que necesitan este aporte económico.

Pero algo más importante es que siete de cada diez personas ayudadas por los mayores, no podría vivir sin esta ayuda. Un estudio de la Unión Democrática de Pensionistas, cuyos datos hablan por sí solos.