Ya da igual el importe de la compra. Por pequeña que sea, abrimos el monedero y aunque nos siga quedando algo de efectivo, acabamos pagando con tarjeta. "Cada vez está más generalizado el uso de la tarjeta en importes pequeños. Los tickets medios están disminuyendo un 30%, lo que quiere decir que cada vez hacemos compras mucho más pequeñas en el día a día", señala Elena Bermejo, responsable de tarjetas del Banco Santander.
El pago con tarjeta ya supera al del dinero en efectivo. Y es que con ella abonamos el 54% de las transacciones. "Claramente los clientes prefieren utilizar la tarjeta ahora mucho más que antes por diferentes motivos, como la comodidad, por conveniencia, por posibilidad de fraccionamiento del pago", indica Bermejo, a lo que se suma la pandemia.
El miedo al contagio y las recomendaciones sanitarias han incrementado el uso de las tarjetas en torno al 15%. Antes de la pandemia del COVID-19, pagábamos en metálico el 61% de las compras. Sin embargo, por practicidad, ahora está aumentado el pago con el móvil. "Este método de pago ha aumentado en torno al 80% respecto al año anterior y esperamos que se mantenga la curva de crecimiento en los próximos años", afirma la responsable de tarjetas del Banco Santander. Se trata de cambios en los métodos de pago que han llegado para quedarse.
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