Narcís Serra llegó al juzgado para defender a capa y espada su buena gestión al frente de Caixa Catalunya. Por eso podía permitirse aumentos de sueldo desproporcionados, en palabras de la Fiscalía, para su Junta directiva. Con esa estrategia se tejió su propia trampa. Si era solvente, y había beneficios, ¿porqué entonces necesitó ser rescatada con 1.200 millones de dinero público?

Ese dinero del FROB llegó en 2010, el año que Serra aprobó dos subidas de sueldo de hasta el 50% a su director general y a su número dos. Serra asegura que era lo que le convenía a la caja para que no se les escapara su "brillante" Junta directiva.

Serra está imputado por administración desleal por los elevados sueldos de sus directivos. Pero lo cierto es que a él tampoco le fue nada mal. A sus 275.000 euros anuales por presidir la caja, se sumaban las retribuciones por representar a Caixa Catalunya hasta en 8 consejos de Administración, llegando a ganar más de un millón de euros al año.

La entidad, una de las afectadas por el escándalo de las preferentes, fue finalmente nacionalizada y necesito ayudas superiores a los 12.000 millones de euros.