Nuevos documentos muestran que los productos vendidos a sus clientes por la antigua Caja Madrid eran bonos considerados como bonos basura por la agencia de calificación Moody’s, y sólo abrieron un plazo de dos días para reclamar.

El 15 de Junio del 2009, Caja Madrid comunicó a la comisión nacional del mercado de valores que Moody’s había calificado las preferentes como Ba2, es decir, bonos basura. La entidad entonces dio tan solo dos días a los preferentistas para retirar sus ahorros.

Los preferentistas denuncian a sus sucursales porque no les comunicaron este periodo, ya que Caja Madrid optó por poner una publicación en su página web de la cual no tuvo noticia la mayoría de los inversores.

Ahora se conoce que con las preferentes la entidad estaba financiando el problema que tenía Bankia. Devolvió a sus grandes inversores 1.712 millones mientras intentaba colocar 3.000 millones en preferentes. Una práctica que, según los expertos, caería en la ilegalidad.

Cada vez se conocen más pruebas y los afectados se ven con más fuerza para recuperar su dinero.