El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo bajó en 63.805 desempleados en junio (-2,07%), su menor descenso en este mes desde 2009, cuando disminuyó en 55.250 personas.
Tras el descenso de junio, el cuarto consecutivo, el volumen total de parados se situó en 3.015.686 desempleados, su nivel más bajo desde noviembre de 2008. En términos desestacionalizados, el paro subió en el sexto mes del año en 8.986 personas, según ha informado este martes el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
El sector servicios fue el que más recortó el número de parados en junio, con un descenso de 51.752 desempleados (-2,4%), seguido del colectivo sin empleo anterior (-7.994 parados, -2,9%); la industria (-5.808 desempleados, -2,1%) y la construcción (-4.066 parados, -1,6%). En cambio, el paro subió en junio en la agricultura, con 5.815 parados más (+4,09%).
Dentro de la serie histórica de junio, que se inicia en 1996, el paro ha bajado siempre en este mes salvo en 2008, cuando subió en casi 37.000 desempleados. El descenso de este año es inferior a los experimentados en los meses de junio del periodo 2010-2018.
En el último año, el paro se ha reducido en 146.476 personas, a un ritmo interanual del 4,6%, moderando en siete décimas la tasa interanual que se registró en mayo.
Por su parte, la Seguridad Social ha superado el máximo histórico de afiliación con 19,5 millones de personas ocupadas tras sumar 75.584 trabajadores en junio, según los datos difundidos este martes por el Ministerio de Trabajo.
Hasta este mes, el mayor dato de afiliación desde que se tienen registros correspondía a julio de 2007 con 19.493.050, es decir, 24.647 personas afiliadas menos que en junio de este año (19.517.697). En los últimos doce meses, la Seguridad Social ha sumado 510.707 afiliados.
El Gobierno se ha comprometido
El FMI pide a España implementar nuevas "reformas fiscales" para aumentar impuestos a los ricos
En su informe sobre Europa, el organismo destaca la necesidad de priorizar el gasto para cumplir con las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea reactivadas tras la pandemia.