La campaña de recogida de aceituna puede ser la peor en una década por culpa de la sequía, con un descenso en la producción de aceite de oliva de cerca del 50 % respecto a 2021 y un resultado final por debajo del millón de toneladas, estiman las cooperativas y las organizaciones agrarias.
Entre los olivareros hay mucho pesimismo ante la escasa pluviometría registrada, que hará imposible que se repita una campaña como la del año pasado, que cerró en 1,4 millones de toneladas de aceite.
Las previsiones de los expertos apuntan a que se estará más cerca de la última mala cosecha hasta el momento, la de 2012, cuando apenas se superaron las 620.000 toneladas, y aunque indican que aún es pronto para aventurar un dato concreto, sitúan la producción de este año alrededor de las 800.000 toneladas.
En la provincia de Jaén, de cuyos campos sale la mayor parte del aceite español, Cooperativas Agro-alimentarias prevé una producción de 230.000 toneladas, frente a las 499.796 obtenidas en la campaña anterior, un descenso que ocasionará más de 1.000 millones de euros en pérdidas, según sus cálculos.
A nivel nacional, el técnico del sector de la aceituna y el aceite de la organización agraria Asaja, Arturo Hernangómez, afirma que "las previsiones son muy negativas" y estima que la campaña de este año va a estar en torno a las 800.000 toneladas, "más o menos al 50 % de la pasada".
La sequía quemó la flor del olivo
Se trata de una caída abrupta en la producción debido a que la sequía ha sido muy grande, "sobre todo en el sur de España", y a que se ha dado "en el momento en el que empezaba a estar la flor en el olivo", una fase especialmente sensible, explica Hernangómez. Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el responsable del sector del olivar, José Luis Ávila, expresa que la campaña de este año "va a sorprender por lo baja que va a ser" e incide en que la producción va a estar debajo del millón de toneladas.
Al respecto, el secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, abunda que en esa región las temperaturas de 40 grados durante la fase de floración vinieron acompañadas de fuertes vientos, lo que provocó que las flores se quemaran y no continuaran su desarrollo a fruto. Este experto asevera que si el otoño no viene generoso en lluvias la producción de aceite no va a llegar al millón de toneladas, pero que si encima continúan las altas temperaturas el escenario será "el peor de los últimos 10 años, comparable a la campaña de 2012-2013, y con una pérdida de cerca del 50 % comparado con la campaña pasada".
COAG da cuenta de una "importante afectación" por la sequía y las fuertes olas de calor, especialmente en los secanos, en los que espera una cosecha de apenas un 10 % o 20 % de una producción normal.
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Más optimista se muestra el consultor estratégico del sector olivarero Juan Vilar, propietario de la consultora del mismo nombre, quien comenta que "es muy difícil que España esté por debajo del millón de toneladas". "Podría ocurrir si se ratifica esta situación de sequía que estamos viviendo y no llueve nada hasta noviembre, pero es muy improbable que estemos por debajo de un millón de toneladas", afirma Vilar. A nivel internacional, este experto señala que "no tiene aceite nadie" y que en esta campaña "puede haber una caída de aproximadamente el 8 % respecto al año pasado", salvándose únicamente Turquía, país que, según prevé Vilar, conseguirá tener una oferta mayor que el año pasado cuando acabe la recolección.
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