El producto interior bruto (PIB) creció un 0,2% tanto en la eurozona como en el conjunto de la Unión Europea en el tercer trimestre del año en comparación con el trimestre previo, un avance de la misma magnitud que el registrado en la tasa de empleo en ambas zonas en ese periodo.
La segunda estimación preliminar difundida este martes por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, confirmó así la ralentización de la economía europea, que en el segundo trimestre había crecido un 0,8% en los países del euro y un 0,7% en los Veintisiete.
También se moderó la creación de empleo con respecto al aumento del 0,4 % observado en ambas zonas entre abril y junio, según el primer cálculo publicado por Eurostat.
En comparación con el mismo trimestre del año previo, el PIB creció un 2,1% en la eurozona y un 2,4% en el conjunto de la UE entre julio y septiembre, por debajo del aumento del 4,3 % que había registrado en ambas zonas en el segundo trimestre.
Por su parte, el número de personas con empleo creció un 1,7% en los Diecinueve y un 1,5% en los Veintisiete en términos interanuales, también inferior al avance del 2,7 y 2,4% registrado, respectivamente, el trimestre anterior.
Entre las grandes economías de la eurozona, la mayor expansión mensual del PIB en el tercer trimestre se observó en Italia (0,5%), seguida de Alemania (0,3%), en tanto que en España y Francia se dio un incremento del 0,2% y Países Bajos fue la única que registró una contracción, del 0,2%.
Pese a que el crecimiento se moderó tras una primera mitad de año mejor de lo esperado, la mayoría de países de la UE vieron aumentar su PIB, con las mayores tasas en Chipre y Rumanía (ambas 1,3%), Polonia (0,9 %) y Suecia (0,7%).
Por el contrario, sufrieron caídas Letonia (-1,7%), Eslovenia (-1,4%), Chequia y Hungría (ambas -0,4%), así como Bélgica, Austria y Finlandia (-0,1% todas).
El crecimiento mensual de la economía europea fue inferior al de Estados Unidos, cuyo PIB aumentó un 0,6% tras haber caído un 0,1% en el trimestre previo, mientras que en la comparación anual la potencia transatlántica registró un avance inferior, del 1,8%.
El debilitamiento registrado en el tercer trimestre dará paso a una contracción en el último cuarto del año, según las previsiones publicadas la semana pasada por la Comisión Europea, que anticipa una caída del 0,5% del PIB tanto en la eurozona como en la UE en el cuarto trimestre y un descenso del 0,1% en el primer trimestre de 2023.
La economía europea entraría así en recesión técnica, al encadenar dos trimestres de caídas, antes de empezar a remontar en la primavera del año que viene conforme se reduzca una tasa de inflación que tocará máximos a finales de este año (8,5% de media anual en la eurozona), de acuerdo con estas proyecciones.
El aumento de los precios de la energía, la debilidad del sector exterior, el endurecimiento de las condiciones de financiación y la extrema incertidumbre que genera la guerra en Ucrania, que ya va por su noveno mes, lastrarán el avance del PIB europeo en los próximos meses.
La nota positiva la pondrá, precisamente, el mercado laboral, ya que Bruselas espera que el empleo -que está en máximos históricos- crezca un 1,8% este año tanto en la UE como en la eurozona.
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