El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes a la creación del Consejo de la Productividad, cuya presidencia recaerá en el funcionario del Banco de España Juan Francisco Jimeno Serrano. Así lo ha avanzado el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa posterior al Consejo.

Carlos Cuerpo ha afirmado que esta entidad pretende "aterrizar" los análisis teóricos "a la realidad de la economía española". Es un organismo de nueva creación, con autonomía funcional e independencia cuya finalidad es la elaboración de informes, análisis y "propuestas concretas y aterrizadas" para mejorar la competitividad de la economía española.

La creación del Consejo es una propuesta conjunta del Ministerio de Economía y el Ministerio de Trabajo, que pretende dar respuesta a la recomendación del Consejo de la Unión Europea para que los Estados miembros cuenten con un organismo que se encargue de forma específica de analizar la evolución y las políticas en el ámbito de la productividad y la competitividad.

El Consejo de la Productividad nace con el objetivo de que sea un espacio para analizar la evolución y las políticas sobre productividad y competitividad. Cuerpo ha asegurado que la estructura del Consejo de la Productividad "garantiza la autonomía e independencia en su funcionamiento" y ha adelantado que la institución estará presidida por Juan Francisco Jimeno Serrano, un "funcionario del Banco de España que tiene amplia experiencia y prestigio en los análisis relacionados con la productividad".

El ministro ha recordado Cuerpo ha recordado que la vicepresidencia la propondrá la titular de Trabajo, Yolanda Díaz. Formarán parte del Consejo los vocales nombrados por las personas titulares de los Ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades; de Transformación Digital y de la Función Pública; de Hacienda, así como del Banco de España y del Consejo Económico y Social.

Estas serán las funciones del Consejo de Productividad

La creación del Consejo dará respuesta a la recomendación del Consejo de la Unión Europea para que los Estados miembros cuenten con un organismo que se encargara de forma específica de analizar la evolución y las políticas en el ámbito de la productividad y la competitividad, con el objetivo de fomentar la aplicación de reformas que inciden en su mejora y de forma adicional en un mayor crecimiento económico.

El Consejo de la Productividad tendrá entre sus funciones la elaboración de análisis económicos y estadísticos y la emisión de opiniones públicas orientados a la evaluación y diagnóstico de la productividad y la competitividad de la economía española y su reparto, así como de las políticas públicas con impacto en estos ámbitos.

Los informes, dictámenes y trabajos que realice pondrán a disposición de los poderes públicos un amplio catálogo de análisis y medidas que permitirán a los diferentes niveles de la Administración adoptar políticas que favorezcan la productividad y competitividad. El Consejo tendrá autonomía funcional y el nombramiento de sus miembros se hará en base a criterios de experiencia y competencia. Estará compuesto por un presidente, un vicepresidente y 15 vocales, su composición será paritaria y la duración del mandato de todos sus miembros será de cinco años, sin posibilidad de prórroga.

También participarán en el consejo con voz pero sin voto dos personas a propuesta de las organizaciones sindicales estatales y dos personas a propuesta de las organizaciones empresariales. El Consejo será también autónomo en la elaboración de su plan de trabajo y en la detección de ámbitos de estudio relevantes, así como en la elaboración de los análisis e informes.