En el último año, el aceite de oliva ha sido uno de los productos que más se ha encarecido debido a las malas cosechas que se han realizado. No obstante, la última ha sido buena y el precio de compra al agricultor se ha reducido. En cambio, no ha sido así en los supermercados.

El precio de compra al agricultor ha bajado casi un 12% con respecto a hace justo un año. Hoy al agricultor se le pagan siete euros y 21 céntimos por cada kilo. Pero eso no se ha trasladado al precio de los supermercados pese a la buena cosecha.

Ahora mismo estamos pagando unos ocho euros con 90 céntimos por cada litro de aceite de oliva de marca blanca. Pese a es casi un euro menos de lo que pagábamos a comienzos de año, pero sigue siendo más caro que en el pasado septiembre.

Y eso que ahora no tiene IVA, cosa que entonces sí. ¿Qué está pasando entonces? Pues los agricultores explican que el precio en el campo suele tardar unos dos meses en trasladarse al supermercado. Por lo que, igual hasta noviembre seguiremos sin notar una bajada importante en su precio, aunque los agricultores piden que se refleje en el precio final cuanto antes.