Importante proyecto
Repsol invertirá 800 millones de euros en la ecoplanta de Tarragona tras decaer el impuesto energético
¿Por qué es importante? La puesta en marcha de este proyecto supondrá la creación de 340 puestos de trabajo, así como unos 2.800 durante la fase de construcción.
El consejo de administración de Repsol ha dado luz verde a una inversión de más de 800 millones de euros en la Ecoplanta de Tarragona, un proyecto pionero en Europa para generar metanol renovable, desbloqueando así uno de sus 'megaproyectos' en el país, después de que la semana pasada decayera la continuidad del impuesto extraordinario a las energéticas.
La puesta en marcha de este proyecto, pionero en Europa para transformar residuos urbanos en combustibles renovables y productos circulares, convirtiéndose en una solución para la reducción de emisiones de CO2 en el transporte, al mismo tiempo que fomenta la economía circular, está prevista para 2029, supondrá la creación de 340 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, de alta especialización, y unos 2.800 durante la fase de construcción, informó la compañía.
La Ecoplanta se integrará en el complejo industrial de Repsol en Tarragona para aprovechar infraestructuras ya existentes y acelerar la transformación del centro en un polo multienergético que siga fabricando productos esenciales para la sociedad, como combustibles renovables y materiales circulares.
El grupo dirigido por Josu Jon Imaz señaló que esta inversión es "una clara apuesta Repsol por mantener el empleo industrial en España y continuar generando riqueza en el entorno".
Rechazo de las empresas al 'impuestazo'
Esta decisión final de inversión por la energética se produce apenas una semana después de que el denominado por el sector como el 'impuestazo', que estuvo vigente en 2023 y 2024, decayera tras no lograr en el Congreso la convalidación del decreto que recogía su prórroga.
Este impuesto gravaba a las grandes energéticas, que contaban con una facturación superior a los 1.000 millones de euros, con una tasa del 1,2% de sus ingresos en España.
Todas las empresas del sector mostraron su rechazo a este impuesto, recurriéndolo a los tribunales, aunque entre ellas, Repsol fue de las más beligerantes y llegó a dejar en el aire unas inversiones cercanas superiores a los 1.000 millones de euros que podrían afectar a proyectos en cartera del grupo en Euskadi, Tarragona (Cataluña) y Cartagena (Murcia).
Moeve, la antigua Cepsa, otra de las empresas que había anunciado que ponía en 'stand by' sus inversiones ante el futuro del gravamen, también anunció este miércoles que comenzará a construir el 'Valle Andaluz del Hidrógeno Verde' antes del verano, que representará una inversión de 3.000 millones de euros.
Apoyo desde la Unión Europea
La Ecoplanta de Tarragona ha sido seleccionada por la Unión Europea entre más de 300 proyectos para recibir financiación a través del programa Innovation Fund, por su elevado potencial para reducir emisiones, su carácter innovador y por ser una instalación única en Europa.
La instalación se convertirá en la primera planta de Europa que fabrica metanol renovable y metanol circular a partir de residuos, a través de la gasificación, el proceso de valorización de desechos más avanzado del mundo.
Esta tecnología de última generación, desarrollada por Enerkem -tecnólogo del que Repsol es socio-, da una segunda vida a residuos que de otro modo acabarían en vertederos o incinerados. La nueva planta tendrá capacidad para procesar hasta 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos al año y convertirlos en 240.000 toneladas de combustibles renovables y productos circulares.
El metanol renovable tiene origen en los desechos orgánicos, mientras que los productos circulares proceden de los no orgánicos, como plásticos no reciclables.
Según la Comisión Europea, la Ecoplanta logrará reducir durante los 10 primeros años de funcionamiento el equivalente a 3,4 millones de toneladas de CO2 en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La Unión Europea ha diseñado una ruta para reducir de manera gradual la intensidad de carbono de la energía utilizada en el transporte marítimo, en un 40% para 2030 respecto a los niveles de 2018, y en un 75% para 2050 respecto a los niveles de 2020.