La aerolínea irlandesa Ryanair mantendrá su base en Girona, pese a haber anunciado el pasado verano que la cerraría, después de que los trabajadores hayan aceptado un cambio de contrato que empeora sus condiciones laborales y reduce a nueve meses su calendario como empleados.
Así, la plantilla pasará de ser fija a fija-discontinua, por lo que durante tres meses al año y de forma rotatoria quedará en paro, según ha confirmado una portavoz del sindicato USOC, Lidia Arasanz.
Ante la situación, la Unión Sindical Obrera llevará el caso a la Inspección de Trabajo para aclarar si se está cumpliendo con la legalidad.
Arasanz ha calificado la negociación como una "coacción" de la dirección de Ryanair, "porque nos advirtió de que o se aceptaba ese nuevo contrato o se cerraba la base". "En diciembre, cada trabajador tenía que tomar una decisión a título individual y se nos confirmaba que la mayoría había firmado a favor de convertirse en fijo-discontinuo", ha añadido la portavoz sindical.
Los aviones que permanecían durante la noche en Girona lo seguirán haciendo y los empleados que se han negado a aceptar las nuevas condiciones laborales verán rescindidos sus contratos.