Las redes sociales son el salvaje oeste de la publicidad. Todo se puede anunciar, no existen horarios de protección al menor y la publicidad encubierta abunda en todas las plataformas. No hay ni controles ni filtros de lo que el público ve, a diferencia de lo que ocurre con la televisión u otros medios de comunicación.
Así, vemos numerosos ejemplos: influencers que recomiendan productos de cabello, el mejor hummus del mercado o una marca en concreta de pizza. Pero, ¿se trata de consejos altruistas o son casos flagrantes de la publicidad encubierta?
Algunas de ellas son anuncios y lo esconden añadiendo al final de los mismos la etiqueta #ad, la abreviatura de anuncio en inglés, aunque ello no impide que siga siendo publicidad encubierta.
Según la Asociación de Usuarios de la Comunicación, estas prácticas ilegales de publicidad no son castigadas con la actual normativa. Tampoco el empleo de niños hablando maravillas de juguetes en redes sociales y sin advertir de si se trata -o no- de publicidad encubierta cuando muestran claramente sus marcas.
De acuerdo con el último estudio de la Asociación sobre este asunto, uno de cada tres mensajes publicitarios hechos en internet y redes sociales son encubiertos.
"Hay una gran diferencia entre la regulación que tienen las televisiones, por ejemplo, donde tienen unas reglas muy concretas al mundo de las plataformas en internet y las redes sociales, donde este tipo de reglas no existen", defiende el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación, Alejandro Perales.
Pero regular la publicidad en redes funciona. Una muestra es lo sucedido hace unos meses cuando varias caras populares publicaron simultáneamente en Instagram que habían empezado a ganar muchísimo dinero gracias a las apuestas de fútbol. La Ley del Juego ha acabado con esas prácticas. Ahora la Ley General de Comunicación Audiovisual, en trámite en el Congreso, puede acabar con el resto de abusos.
* Aclaración: La influencer Marina Rivers, que ilustraba esta noticia con un vídeo de sus redes sociales recomendando una marca en cuestión, nos aclara que no había realizado publicidad encubierta, que no era publicidad pagada ni existía ningún tipo de publicidad encubierta en el vídeo indicado.