Más de 20 millones de personas pagan impuestos por las rentas que ganan anualmente. Es una certeza que constata la recaudación tributaria, aunque algunos prefieran distorsionar esta realidad. Es el caso de Ismael Clemente, consejero delegado del gigante inmobiliario Merlin Properties, que ha afirmado que "son tres millones de 'tíos' los que sostienen el sistema y esto quien no lo sepa es porque no se ha mirado la tarifa de IRPF".

Esos extraños tres millones de 'tíos'

Los datos que facilita la Agencia Tributaria sobre las cuotas del IRPF no ayudan a calcular esos tres millones de 'tíos' que según Clemente son "los que sostienen el sistema". Los sindicatos creen que quienes lo mantienen a flote son "19 millones de contribuyentes de clase media y baja", según destaca Carlos Martín, director del gabinete económico de CCOO, que añade además que son "los que pagan la gran parte del IVA". En este aspecto hay que recordar que entre los ingresos del Estado el IVA tiene un gran peso, poco menos que el del IRPF.

Si se miran los últimos datos cerrados de la Agencia Tributaria, los de 2020, se puede comprobar que el Estado recauda por el IRPF unos 86.600 millones de euros (sin incluir a Euskadi y a Navarra que tienen su propio régimen foral). Si hacemos una repartición de las aportaciones por cuantía de renta, el resultado es que el 62% de ellas las hacen los que ganan menos de 60.000 euros al año, y el resto de rentas, las superiores, las que han podido verse afectados por la subida de algún impuesto en su renta o patrimonio, que son poco más de 900.000 personas, aportan el 38% restante. En concreto el mayor peso lo tienen las rentas de entre 30.000 y 60.000 euros. Todos estos son además porcentajes que prácticamente no varían de un año para otro.

Esas rentas altas "arrinconadas"

Clemente también ha dejado caer que esos pocos contribuyentes con rentas altas, que según él mantienen el sistema, están siendo "arrinconados", en clara alusión a la política fiscal que se está haciendo desde el gobierno de España. Añade Clemente que "la forma de defenderse que tienen es salir de naja", es decir, huir precipitadamente. Pero lo cierto es que España no es uno de los países que tiene el tipo máximo del IRPF más alto de Europa, como constata José María Mollinedo, secretario general del sindicato de técnicos de hacienda GESTHA: "hay países donde los tipos impositivos son superiores, incluso en Estados Unidos".

Los beneficios de las rentas altas

En España hay un sistema progresivo de impuestos directos, pero "hay que verlo en su conjunto" destaca Carlos Martín, también con sus deducciones y otros beneficios fiscales que hacen del sistema un queso gruyere. Según asegura Martín, entre el grupo de las grandes constructoras e inmobiliarias, como la que lidera Clemente, "solo se aportan un 4,2% de sus beneficios al erario público cuando el tipo nominal del impuesto de sociedades es del 25%". Señala que es una injusticia porque "no podemos ir a un modelo donde las grandes empresas tengan derechos pero no tengan obligaciones para el sostenimiento de lo común".

Las rentas más altas también suelen tener acceso a dividendos de compañías, donde tienen acciones u otras participaciones. Buena parte de ese tipo de ingresos, según José María Mollinedo, se canalizan a través de sociedades instrumentales, para reducir los impuestos que se pagaría por ellos si lo comparamos con cómo se gravaría para una persona física. La diferencia pasa del entorno de pagar un 20% de IRPF hasta incluso no pagar nada prácticamente. Una clase de este tipo de sociedades privilegiadas son las Socimis, empresas de inversión inmobiliaria, el sector de Clemente.

Clemente en 'Salvados: Ganga Spain. España en venta'

No es la primera vez que Clemente polemiza con los impuestos. Hace diez años se le pudo ver en Salvados, con Jordi Évole, repitiendo una idea similar sobre que pocos contribuyentes adinerados sostienen a la gran mayoría. De hecho llegó a afirmar que "todo el paralelo 40 para abajo funciona del fraude", lo que engloba a buena parte de Castilla-La Mancha, Extremadura y la Comunidad Valenciana, y a Murcia y Andalucía al completo. Con afirmaciones "de la realidad", según él, poniendo como ejemplo al sector de la ganadería: "los guarros (cerdos) se crían al 'taca-taca', se alimentan al 'taca-taca' y luego los jamones se venden al 'taca-taca", sin que el ministerio de Hacienda lo sepa, según cuenta él.