Tupperware, la emblemática marca de recipientes de plástico fundada en 1946 por el ingeniero Earl Tupper, ha iniciado el proceso de quiebra tras años de declive en sus ventas y una acumulada deuda que supera los 700 millones de dólares. Este martes, las acciones de la compañía se desplomaron más del 57% en la bolsa de Nueva York, reflejando la grave situación financiera de la empresa.

El inicio de este proceso legal tiene como objetivo buscar la aprobación judicial para continuar operando mientras se exploran opciones de venta o reestructuración, protegiendo así la icónica marca. Laurie Ann Goldman, actual directora ejecutiva, explicó que el aumento de la competencia y la caída de la demanda en los últimos años han impactado negativamente en el negocio.

Tupperware fue un referente en la venta a domicilio, con las famosas 'fiestas Tupperware', que se convirtieron en una fuente de ingresos clave para las mujeres en la posguerra. Desde la década de 1950, estas reuniones sociales impulsaron la expansión global de la marca, llegando a más de 100 países.

A pesar de su éxito pasado, la empresa ha enfrentado dificultades en la última década debido a la irrupción de marcas más competitivas y cambios en los hábitos de consumo. Como señalan algunos clientes, "ya no vale la pena paga más solo por el nombre".