Julio nos ha dejado un camino de calor, altos precios e inestabilidad en el que ya es uno de los veranos más calurosos desde 1950. Según datos de Red Eléctrica, durante ese mes nuestra demanda eléctrica ha aumentado un 2,9% respecto al mismo periodo del año pasado. De esa energía, un 33% procede del ciclo combinado. Es decir, el gas genera un tercio de la energía generada en España durante ese mes.
Este dato llega en pleno debate acerca del plan de ahorro energético presentado por el Gobierno, una serie de medidas encaminadas a depender en menor medida del gas ante un posible corte por parte de Rusia. Mientras, fuentes renovables como la eólica o la hidráulica reducen su importancia, con un 16,4% y un 4,1% de la energía aportada respectivamente. En total, las renovables generaron un 37,6% de la energía en julio, por el 62,4% que aportaron las no renovables. Es una tendencia que cambia respecto a lo registrado en el acumulado del año, con un nivel muy parecido entre ambas fuentes (un 57% de las no renovables por un 43% de las renovables).
Es decir, consumimos más electricidad y pagamos más por ella. Y es que, cogiendo los datos previstos para este jueves, la electricidad costará 253,77 euros por megavatio hora (MWh), según el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE). Pese a ser la primera bajada en tres días, el precio es más del doble del que se pagaba en la misma fecha de hace un año. Si el 4 de agosto de 2021 el precio estaba en 105,62 euros, el de previsto para el 5 de agosto de 2022 será de 147,53 euros, a lo que hay que sumar la compensación de 106,54 euros/MWh a las gasistas. Eso sí, sin el mecanismo de la 'excepción ibérica', pagaríamos todavía más por la electricidad, que se situaría por encima de los 308 euros/MWh.
A esto hay que sumar, claro, la inflación. En julio, escaló hasta casi el 11% (10,8%), un nivel que no se veía desde septiembre de 1984. Pagamos más por nuestra cesta de la compra, por el carburante y por la energía; en resumen, vivir nos sale cada vez más caro.
Mientras, estamos inmersos en una ola de calor que no parece que vaya a tener fin. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya avisa de que se esperan temperaturas "inusualmente altas" en Península y Baleares para las próximas dos semanas. Por lo tanto, cabe esperar que el consumo energético, a la espera de ver los efectos del paquete de medidas del Gobierno, siga creciendo o manteniéndose en ese nivel alto.
De nuevo, sumamos otro factor: estamos en la temporada de vacaciones más cara hasta la fecha. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los hoteles están un 45,4% más caros que el año pasado, con vuelos y desplazamientos con precios disparados.
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Solo cabe esperar a lo que deparará agosto, si viviremos un respiro a nivel de temperaturas y de precios en un clima irrespirable de lo que se está convirtiendo en el verano más caro de la historia.
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