El planeta Tierra se encamina a que 2023 se convierta en el año más caluroso desde al menos 1940, año en que comienza la serie histórica de temperaturas del aire superficial del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), dependiente de la Comisión Europea, después de que el mes pasado fuera el septiembre más cálido en el registro histórico. El último boletín climático de Copernicus, difundido este jueves, señala que la temperatura global de enero a septiembre de este año superó en 0,52 grados la media entre 1991 y 2020, y en 0,05 grados el récord caluroso de 2016. "2023 va camino de ser el año más cálido jamás registrado", según este servicio de la UE.
Durante los nueve primeros meses de 2023, la Tierra se calentó 1,40 grados más que la media preindustrial entre 1850 y 1900. Por otro lado, el pasado septiembre tuvo una temperatura superficial de 16,38 grados en el conjunto del planeta, lo que supone 0,93 más que la media de los septiembres entre 1991 y 2020, y 0,5 por encima del anterior septiembre más cálido, el de 2020. Además, la superficie del planeta fue 1,75 grados más caliente el pasado septiembre que el promedio de ese mes entre 1850 y 1900 (periodo de referencia preindustrial). El mes pasado resultó ser el septiembre más cálido en Europa, con 2,51 grados más que la media entre 1991 y 2020, y 1,1 grados por encima del de 2020, que hasta ahora ostentaba el récord.
La temperatura media de la superficie del mar entre las latitudes 60ºS y 60ºN (es decir, todo el planeta salvo Groenlandia, la Antártida y la zona más al norte de América, Europa y Asia) alcanzó los 20,92 grados, esto es, la más alta jamás registrada en septiembre y la segunda más alta de cualquier mes, solo por detrás de agosto de 2023. "Las temperaturas sin precedentes para la época del año observadas en septiembre, tras un verano récord, han batido récords en una cantidad extraordinaria. Este mes extremo ha empujado el año 2023 hacia el dudoso honor del primer lugar, en camino de ser el año más cálido y alrededor de 1,4 grados por encima de las temperaturas promedio preindustriales", según Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
La extensión del hielo marino en la Antártida se mantuvo en un nivel récord para la época del año, con un valor tanto diario como mensual un 9% inferior al promedio. Por su parte, la extensión mensual del hielo marino del Ártico alcanzó su quinto mínimo anual más bajo, con un 18% por debajo de lo normal, mientras que la diaria resultó ser la sexta más pequeña. En septiembre llovió por encima de lo habitual en muchas partes de la costa occidental de Europa, incluido el oeste de la Península Ibérica, Irlanda, el norte de Gran Bretaña y Escandinavia.
También fue más húmedo que el promedio en Grecia, tras las lluvias extremas asociadas con la tormenta Daniel, responsable de las devastadoras inundaciones en Libia. Además, hubo episodios de lluvias intensas en el sur de Brasil y el sur de Chile. En cambio, llovió menos de lo habitual en partes de Europa, el sureste de Estados Unidos, México, Asia central y Australia (este último país registró el septiembre más seco nunca registrado).