La borrasca Herminia deja lluvia y mucho viento en todo el país con aviso rojo en la costa gallega

Tras una semana marcada por la borrasca Garoé, las lluvias generalizadas y los fuertes vientos vuelven a golpear España de la mano de Herminia, que será la octava borrasca de gran impacto que azota el país. Igual que sucedió en los últimos días con Éowyn, Herminia tendrá su epicentro en las islas británicas, pero tendrá un importante impacto en buena parte del norte y el oeste peninsular. De hecho, mantiene a toda España, salvo Navarra y las Canarias, en aviso por fuerte temporal de lluvia, viento, nieve y mala mar.

Las precipitaciones se extenderán desde Galicia donde se llevarán la peor parte . Allí hay un aviso rojo (riesgo extremo) activado debido a las olas que alcanzarán los 12 metros. En concreto, esta alerta se da las provincias de A Coruña y Pontevedra por mar combinada del noroeste con olas de 8 a 10 metros aumentando temporalmente de 10 a 12 metros.

Mientras, en Lugo el aviso es naranja (riesgo importante) por vientos del oeste o suroeste de 62 a 74 km/h -es decir, de fuerza 8-, ocasionalmente de 75 a 88 km/h mar adentro -fuerza 9-, y oleaje aumentando de cinco a siete metros. Asimismo, Aemet advierte de que en Lugo y Ourense hay alerta amarilla por nieve que acumulará unos diez centímetros en 24 horas por encima de los 1.000 metros y aviso, también amarillo, en toda la comunidad, salvo Ourense, por rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora.

En la misma región también se ha activado el aviso amarillo por lluvias que podrían alcanzar los 120 litros por metro cuadrado en zonas del interior, aunque será el viento el gran protagonista, con rachas huracanadas que pueden alcanzar los 110 kilómetros por hora en Galicia. También en Asturias, País Vasco y Cantabria ya se han activado los avisos naranjas por mar combinada del noroeste con olas de entre cinco y seis metros subiendo a ocho. A ellas se suma Castilla y León, donde se esperan rachas máximas de viento que oscilarán entre los 70 y 90 kilómetros por hora.

Precisamente, toda Castilla y León está en amarillo por nevadas, salvo Valladolid, que dejarán entre dos y diez centímetros en 24 horas a partir de los 1.000-1.100 metros de cota. Por su parte, la lluvia afectará a la provincias de Ávila, León, Palencia y Salamanca, con acumulaciones entre 60 y 40 litros en 12 horas o 15 litros en una hora. En el resto de la Península las precipitaciones serán débiles y no se espera que alcancen a la fachada oriental ni a Baleares, con cielos poco nubosos en general.

Las temperaturas máximas aumentarán en Galicia y en el Cantábrico, en Canarias e interiores del sureste peninsular, descendiendo en litorales del Levante y tercio nordeste. Las mínimas aumentarán en el Estrecho, pero bajarán en Baleares y en buena parte del tercio este peninsular. En el resto del territorio no se esperan grandes cambios. Se darán heladas débiles en los sistemas montañosos de la mitad norte, moderadas en los Pirineos, siendo posibles también en zonas aledañas a las montañas de ambas mesetas y en sierras del sudeste.

Avisos por viento en (casi) todo el país

A orillas del Mediterráneo, la Comunitat Valenciana está en naranja por rachas máximas de que subirán hasta los 100 y 90 kilómetros por hora en Castellón y Valencia, mientras que la Región de Murcia tiene aviso naranja por vientos costeros del suroeste de 60 a 75 kilómetros por hora y olas de tres a cuatro metros en puntos de Mazarrón, Cartagena, valle del Guadalentín, Lorca y Águilas.

En Andalucía la borrasca golpeará con más intensidad en Almería, en alerta naranja por rachas máximas de viento de hasta 90 kilómetros por hora y por vientos costeros del oeste y suroeste de 60 a 75, así como y olas de tres a cuatro metros; En el resto de provincias, excepto Huelva, se mantiene la alerta amarilla por lluvias, viento o mala mar.

La provincia de Teruel (Aragón) continúa en naranja por viento del suroeste con rachas máximas de 100 kilómetros por hora y en el resto de la región hay aviso amarillo por lluvias con previsiones de que caigan 15 litros en una hora o 60 litros en doce. Además, se esperan vientos de hasta 80 kilómetros por hora.

Por su parte, Castilla-La Mancha tiene nivel naranja en Albacete por rachas de viento que subirán hasta los 90 y 100 kilómetros por hora en zonas de Alcaraz, Segura y La Mancha, y alerta amarilla en Toledo por lluvias de hasta 40 litros en 12 horas; En el resto de la comunidad, también en nivel amarillo, el viento soplará entre 70 y 80 kilómetros hora.

La Comunidad de Madrid está en amarillo por nieve en la sierra que dejará ocho centímetros en 24 horas por encima de los 1.100 metros en la zona de Somosierra y por fuertes rachas de viento en toda la comunidad. En La Rioja, Extremadura, Cataluña y las Islas Baleares hay alerta amarilla por fuerte viento, lluvias o mala mar.

El temporal afecta a las conexiones ferroviarias y aéreas

La borrasca Herminia ha causado numerosas incidencias en el transporte, especialmente en Galicia. Varios vuelos programados para este domingo en aeropuertos gallegos han sido cancelados o retrasados, y se ha cancelado el servicio ferroviario que une Ferrol con A Coruña y Oviedo.

Herminia también ha tenido un importante impacto en Bilbao, donde se alcanzaron durante la jornada de este domingo rachas de viento de hasta 160 kilómetros por hora. Ante esta situación, seis vuelos que tenían planeado aterrizar en la capital vizcaína han tenido que ser desviados, otros dos no han podido salir de su aeropuerto de origen y seis vuelos que tenían que partir de Bilbao no lo han podido hacer.

Por su partes, durante la noche del domingo al lunes, la borrasca ha dejado un total de ocho incidencias en Castilla La Mancha por obstáculos en la calzada, sin que haya habido que lamentar heridos. Según han informado fuentes del Servicio de Emergencias 112 a Europa Press, entre las 0.00 y las 8.00 horas de este lunes se han producido tres incidencias en Toledo, dos en Cuenca, otras dos en Guadalajara y una mas en Ciudad Real. Estas mismas fuentes han concretado que estas incidencias han consistido en árboles caídos en vías secundarias.