Hace justo dos años la nieve paralizó Madrid. La borrasca Filomena detuvo la ciudad con su manto blanco y sus bajas temperaturas. En total, nevó durante 36 horas sin interrupción, provocando que la capital estuviese completamente aislada. Una nieve que también llegó a otros puntos del país.
"Era la primera vez que yo vivía algo semejante", recuerda una de las personas que estuvo en Madrid hace dos años. "Recuerdo los coches hasta la pelota de nieve. Vamos, era un caos". Ahora, la situación es completamente distinta, y es que hemos vivido uno de los inviernos más calurosos de la historia.
Una situación extrema que provocó que algunos conductores se quedasen atrapados en la carretera y que supuso un desastre para el arbolado. Casi la mitad de los que hay en la capital se vieron afectados.
Una nevada histórica que muchos califican de un auténtico "desastre", sobre todo los agricultores, uno de los sectores que más ha sufrido. Jesús Anchuelo, secretario general de UPA Madrid, recuerda que las pérdidas fueron cuantiosas. "El más afectado fue la producción de hortaliza en invernadero, el olivar y también la ganadería".
Jesús Anchuelo denuncia que todavía no han recibido ninguna ayuda. "Han pasado dos años y nosotros no hemos recibido ninguna ayuda, ninguna indemnización por esa catástrofe. Lo que queremos es hechos, no palabras".
Filomena afectó a ocho comunidades autónomas que el Gobierno declaró como zonas catastróficas, destinando más de 142 millones de euros para las entidades locales. "Lo estimamos en 1.157 millones de euros de los cuales estaban asegurados 505 millones", explica Pedro Tomey, presidente del Observatorio de Catástrofes de la Fundación AON.
¿Habrá una nueva Filomena?
Lo cierto es que parece poco probable que pueda volver a sucederotra Filomena. "En aquel caso se dieron varios fenómenos poco habituales a la vez. Los dos últimos inicios del año están entre los tres más calurosos y de hecho, la tendencia es clara. Las temperaturas cada vez más altas", explica Francisco Cacho, meteorólogo de laSexta.