La lluvia podría ayudar a aliviar la sequía que sufre España y que estos días está ocupando titulares. Ha sido un enero especialmente seco, el segundo de todo el siglo y con temperaturas altísimas, de récord. Las diurnas han sido las más altas desde 1961. En algunas zonas se están planteando ya restricciones al consumo. Y surgen las dudas. ¿Qué tipo de sequía enfrentamos? ¿Ha ocurrido otras veces? ¿Cuánta agua nos queda? Intentamos responder todas las dudas mientras en algunas zonas elevan la alerta y comienzan a tomas medidas.
¿Estamos en situación de sequía?
Sí. Podemos hablar de una situación de sequía generalizada desde el año 2014-2015. Desde entonces, cada año ha llovido menos que la media histórica (1971-2000). Un déficit que es global, constante y que, con el paso de los meses, ha ido extendiéndose a más zonas de las habituales.
¿Es la peor sequía de la historia de España?
No, la actual sequía es grave, pero la producida entre 1991 y 1995 tuvo repercusiones mucho más serias. Entre otras cosas porque, desde entonces, se ha avanzado mucho en planificación y contamos con nuevas herramientas de gestión de estas situaciones.
¿Cuánta agua queda?
Según los últimos datos de las reservas hídricas contamos exactamente con 25.042 hm3. Los embalses están al 44,6% de su capacidad. De toda esa agua, para el consumo se destinan 15.696 hm3 (MITECO). Si hacemos un cálculo rápido y considerando que una persona consume 132 litros de agua al día y somos 47 millones de españoles, esto equivaldría a 7 años de agua. Eso si no lloviese nada… algo que es altamente improbable.
¿Por qué ha pasado esto?
Desde que comenzó el año hidrológico (1 de octubre del año pasado), hay déficit de precipitación en amplias zonas del país salvo en el norte y preocupa sobre todo la cuenca mediterránea andaluza donde solo ha caído un 25%.
Si miramos más allá, 2021 ha sido un año seco de media y sobre todo, por lo poco que ha caído en el sur, en algunos puntos de Andalucía ha llovido un 25% menos (Aemet). 2020 no se portó mal en la zona pero 2019 sí hizo mucho daño. 2019 fue extremadamente seco en el suroeste de Andalucía y solo cayó una cuarta parte de lo que debería en todo un año. Finalmente, enero ha sido el segundo más seco del siglo en todo el país, ha recogido solo el 26% de lo que debería.
¿Qué es un plan de sequía?
Consiste en activar protocolos de gestión del agua para minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales. Existen desde 2007.
¿Qué son los 'niveles' en un plan de sequía?
Son fases de gravedad progresiva de las sequías entre los cuales hay periodos suficientes de transición para poder anticiparse a lo que proceda en el siguiente nivel. Los tramos que se diferencian son: normalidad, prealerta, alerta y emergencia.
¿Qué necesitaríamos para paliar la situación actual?
La respuesta es sencilla. Necesitaríamos al menos una primavera como la de 2018. Algo que puede parecer fácil pero que en la práctica no lo es. Según los datos y artículos publicados, la primavera de 2018 fue capaz de 'curar' los daños previos. Y no sólo a nivel nacional, sino también a nivel europeo, ya que puso punto y final a una sequía que comenzó en los años setenta.
En las imágenes bajo estas líneas mostramos la situación de emergencia que se vivía a finales de 2017 y su comparativa con el final de 2018. Si nos fijamos, en Andalucía o Aragón lograban pasar de emergencia a prealerta o normalidad.
Y en la imagen bajo estas líneas mostramos una comparativa actual, de diciembre de 2021:
¿Cuál fue la clave de esa primavera de 2018?
Estratosféricamente y determinante, aunque suene a chino, se vivió un debilitamiento del vórtice polar sin precedentes (este 2022, sin embargo, el vórtice está siendo anómalamente fuerte, recuerda incluso al del 2020); troposféricamente, un paso continuo de borrascas.
Estas fueron las claves:
- La primavera más lluviosa desde 1965: en el centro y sur del país llovió entre 2 y 3 veces más.
- Un marzo extremadamente húmedo: Junto con 2013, el marzo de 2018 fue el más lluvioso desde 1965. En toda la mitad oeste de la Península llovió tres veces más, con una cantidad de precipitación de 6 l/m2 más al día. Enma, Feliz, Gisele y Hugo fueron tres borrascas destacadas y dejaron numerosos récords de cantidad de lluvia y nieve.
- Llovió todos los días, y mucho, durante un mes: entre el 26 de febrero y 25 de marzo llovió día sí y día también en amplias zonas del oeste. En donde no lo hizo todos los días en ese periodo, sí lo hizo más de 20. En Sevilla, por ejemplo, 163 l/m2 o en Madrid, 177 l/m2 acumularon en ese periodo la mitad de lo que cae en todo el año.