¿Se imaginan que el Banco Santander, Telefónica, Mapfre, Repsol, y la mismísima patronal española alertaran todos juntos del peligro del extremismo para España? ¿Que asumieran el impacto que pueda tener en sus cuentas de resultados y pidieran a sus trabajadores que no voten opciones ultra? Pues es lo que acaba de pasar en Alemania.

30 de las mayores empresas alemanas han firmado esta alianza contra el extremismo: Deutsche Bank sería el equivalente a Banco Santander; O2 Telefónica como nuestra Telefónica, Mercedes-Benz ya nos gustaría tener equivalente, o de la farmacéutica Bayer, o de Siemens. 15 empresas gigantes alemanas piden a sus casi dos millones de empleados y a toda la sociedad alemana que huyan de los ultras. Que no voten a partidos racistas.

Su tesis es sencilla: los anti-europeos, los xenófobos son terribles para la sociedad y para sus negocios. Las empresas necesitan el marco europeo y miles de trabajadores migrantes para seguir funcionando.

"Especialmente en estos tiempos, los valores constitucionales de Alemania son tremendamente importantes: libertad, dignidad humana, diversidad, justicia y tolerancia. Todos juntos mandamos un mensaje sólido contra el prejuicio, el odio y la marginación. Una economía fuerte necesita unos valores fuertes", ha explicado el CEO de Uniper, Michael Lewis.