El acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea por el Brexit para su relación comercial a partir del 1 de enero ha llegado a buen término. Los negociadores de ambas partes alcanzan este acuerdo tras una noche de trabajo que ha logrado evitar un Brexit 'a las bravas' el próximo 31 de diciembre, cuando los británicos dejen de ser parte del club comunitario tras casi cuatro décadas.
Según la cadena pública BBC, Boris Johnson mantuvo hasta cuatro conversaciones telefónicas con Von der Leyen durante la pasada noche. El acuerdo llega más de cuatro años después de que los británicos votasen a favor del Brexit. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha dicho este jueves desde Downing Street que su país "ha recuperado el control sobre sus leyes y su destino", según declaraciones recogidas por EFE.
El primer ministro británico ha asegurado que el pacto alcanzado "protegerá los puestos de trabajo" en el Reino Unido y le permitirá ser "un estado costero independiente con pleno control de sus aguas" por primera vez desde 1973.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho que el acuerdo es "justo y equilibrado". "Por fin podemos dejar el Brexit atrás y la Unión Europea puede seguir avanzando", ha asegurado, explicando que el acuerdo "evitará perturbaciones" a trabajadores, viajeros y empresas.
Von der Leyen ha reconocido que conseguir el pacto ha sido "un camino largo y sinuoso" pero "era un acuerdo por el que había que luchar". "Protegerá los intereses de los europeos y el acuerdo va, lo creo así, en el interés del Reino Unido", ha continuado la presidenta de la Comisión Europea, según declaraciones recogidas por EFE.
Pese a que el pacto no se ha hecho público (será analizado este viernes por los embajadores de los 27), la dirigente europea ha asegurado que es un "nuevo punto de partida con un amigo de largo tiempo". Según Von der Leyen, el acuerdo garantizará que la competencia en el mercado "seguirá siendo justa" y que se respetarán los estándares comunitarios pues el acuerdo contiene "herramientas efectivas para reaccionar si se distorsiona e impacta" en el comercio.
Acuerdo in extremis
El miércoles era el plazo que barajaban los europeos para asegurar que un acuerdo comercial pudiera ser adoptado por los Veintisiete y entrar en vigor de manera "provisional" el próximo 1 de enero, a tiempo para evitar un divorcio abrupto por falta de acuerdo. Ello daría de margen al Parlamento europeo hasta su pleno de mediados de enero para examinar los textos legales y votar su ratificación, requisito necesario para la aplicación total del pacto.
Pero las partes siguieron examinando y ajustando durante la noche los detalles de los complejos textos legales que arman un pacto menos ambicioso de lo que la Unión Europea aspiraba, pero que permitirá una relación comercial sin cuotas ni tarifas a condición de que Londres asuma reglas igualitarias en materia de competencia y otras salvaguardas.
Con todo, el acuerdo deberá aún pasar varios filtros del lado europeo, primero el del Colegio de Comisarios y después el de los Veintisiete -cuyos embajadores ante la UE lo examinan este viernes- y del Parlamento Europeo. El acuerdo, que al parecer contiene 21.000 folios, se habría alcanzado cuando faltan apenas siete días para que termine el periodo de transición entre el Reino Unido y la UE.