Natural de Montes Claros, a unos 700 kilómetros de donde se produjo el ataque, Bispo de Oliveira se encuentra detenido en la sede de la Policía Federal de Juiz de Fora, mientras las autoridades intentan esclarecer el motivo del intento de homicidio.
Según confirmaron fuentes de la Policía Militarizada, De Oliveira tenía un curso de educación superior y parecía "mentalmente pleno y totalmente consciente de aquel acto que parece que fue premeditado".
"Dijo inicialmente que no simpatizaba con Bolsonaro, pero con el transcurso de las investigaciones, probablemente, debe pasar más informaciones", señalaron las citadas fuentes.
No obstante, el presidente de la Federación Nacional de los Policías Federales de Brasil, Luis Boudens, dijo que en el momento de su arresto De Oliveira "presentó un aspecto de un problema psicológico, e incluso llegó a decir, según testimonios que presenciaron los hechos, que la tarea era una misión divina".
"Soltó esa frase en el momento que era conducido para el coche patrulla de la Policía, dijo eso y algunas personas lo escucharon", comentó Boudens.
El ataque se produjo en la tarde de este jueves mientras el candidato ultraderechista, un nostálgico de la última dictadura militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985 y firme defensor de la liberación de armas, era llevado a hombros por uno de sus simpatizantes.
El aspirante ultraderechista fue hospitalizado y sometido a una cirugía, pues la puñalada, al parecer, le alcanzó algunos órganos si bien no corre riesgo de muerte, según informaron sus familiares en redes sociales.
Fuentes de la Policía Militarizada señalaron que De Oliveira llevaba el arma blanca con la que acuchilló al aspirante presidencial "envuelta en una camisa" y se "fue aproximando hasta que tuvo la oportunidad y le alcanzó".