La última convención demócrata lo ha dejado claro: ningún partido en Estados Unidos se plantea retirar su apoyo a Israel a pesar de la masacre en la Franja de Gaza. Más allá de unas relaciones históricas, existe un poderoso lobby encargado de acallar aquellas voces más críticas con la matanza israelí.

Se trata del American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), un lobby que recibe 15 millones de dólares en donaciones cada mes. El catedrático de estudios norteamericanos en la Universidad de Alcalá José Antonio Gurpegui asegura que se encuentra incluso "por encima" del lobby armamentístico o del rifle.

Jaime Caro, de 'El Orden Mundial', asegura que el AIPAC "dirige la política internacional de Estados Unidos para ayudar a Israel para todo lo que se refiere a apoyo internacional y apoyo armamentístico". Por sus eventos desfilan anualmente los principales políticos de uno y otro partido.

"Es un lobby perfectamente legal, perfectamente conocido y reconocido", reconoce Gurpegui. Y es que nada define mejor los equilibrios de los demócratas respecto a la guerra en Gaza que las palabras de Kamala Harris en su discurso de aceptación como candidata a la presidencia.

En primer lugar, dijo que "siempre" apoyará el "derecho de Israel a defenderse", para después asegurar que "lo que está ocurriendo en Gaza en los últimos 10 meses es devastador". A modo de funambulista, Harris apoya férreamente a Israel... al mismo tiempo que exige un alto el fuego en la Franja.

Por los eventos del AIPAC desfilan anualmente los principales políticos de uno y otro partido, como Obama, Trump, Hillary Clinton o Ted Cruz. En las últimas semanas, el grupo ha centrado sus esfuerzos en deshacerse de los congresistas más críticos con la guerra, siendo la candidata a congresista por Misuri Cori Bus su última víctima. Ella ha perdido sus primarias en Misuri frente al candidato elegido directamente por el AIPAC.

"Lo que se hizo fue meterle una cantidad insana de dinero, unos 18 millones de dólares, para que pudiese tener un mayor protagonismo en esa carrera congresional. Si eso lo puede hacer en una campaña menor, imagínate que en unas presidenciales. Se dice que está aportando en torno a los 100 millones de dólares a ambos partidos", afirma Caro.