Al menos 13 personas murieron, entre las cuales seis rehenes, en un tiroteo que se siguió a un intento de asalto a un banco en Milagres, un pequeño municipio en el estado brasileño de Ceará (nordeste), informaron fuentes oficiales.
El suceso se produjo cuando un grupo de criminales armados intentó asaltar dos sedes bancarias en Milagres y, tras ver su acción frustrada, tomó como rehenes a siete personas que secuestró en una carretera y se enfrentó a tiros con la Policía.
De los rehenes que murieron, cinco eran miembros de una misma familia, entre los cuales dos niños de 10 y 13 años, según relató Lielson Landim, alcalde de Milagres, una ciudad de escasos 28.000 habitantes en el interior del nordeste de Brasil, la región más pobre del país.
La Policía Militarizada de Ceará informó de que detuvo a tres acusados de participar en el intento de asalto, entre los cuales un hombre que quedó herido y fue ingresado a un hospital, y que busca a otros posibles participantes en el ataque.
Informó igualmente que en la operación se incautó de una pistola, un revólver, un arma de calibre 12, explosivos y tres vehículos utilizados por los asaltantes, incluyendo dos camionetas.
Los asaltantes no consiguieron robar el dinero de ninguno de los establecimientos, uno perteneciente al estatal Banco do Brasil y otro al privado Bradesco.
Según informó la Policía Federal de Carreteras, el grupo de criminales también robó un camión para bloquear la carretera federal BR-116 y retrasar así la llegada de la Policía a la ciudad.
Los rehenes eran precisamente ocupantes de dos vehículos que pasaban por esa carretera en el momento en que los asaltantes emprendían la fuga y que fueron secuestrados. Según la Policía Militarizada, los rehenes fueron ejecutados a tiros por los asaltantes antes de ser alcanzados por las patrullas policiales.