Ya es el tifón más potente registrado en todo el mundo este año. Mangkhut sigue sembrando el caos a su paso por China y ha dejado dos muertos. En la región de Hong Kong ha hecho volar árboles. Las ventanas de los rascacielos tampoco soportan las embestidas de las rachas de viento de hasta 230 kilómetros por hora.
En las zonas cercanas al mar se ha vivido lo peor, con olas de más de tres metros y medio de altura. En la provincia de Cantón, la más poblada de China, hay ya dos millones y medio de evacuados.
Mientras, en la vecina Filipinas hacen balance. La cifra de fallecidos aumenta a medida que se consigue acceder a poblaciones y edificios enterrados en el barro por los corrimientos de tierra. "Mi hijo estaba lleno de sangre y se desmayó. Gracias a Dios estamos todos vivos", cuenta una mujer.
Hay todavía un centenar de desaparecidos y muchos siguen en centros de acogida. El siguiente paso marcado pro el Gobierno de Duterte es limpiar carreteras y restablecer la corriente eléctrica en todo el país.