Cientos de personas celebran en las calles y plazas de Jersón la liberación de la ciudad, mientras su alegría contrasta con la situación que se vive a solo unos kilómetros, en el frente. Además, la ciudad se encuentra sin agua, alimentos, medicinas, electricidad o calefacción. Lo cuenta desde allí para laSexta Alberto Sicilia.
Tras ocho meses bajo el mando ruso, ahora lo más urgente para las autoridades ucranianas es reactivar la urbe. "La ciudad tiene una escasez de agua. No hay suficientes medicamentos. Tampoco hay pan. No se puede hornear al no haber electricidad", defiende el asesor del alcalde Roman Holovnia.
Alberto Sicilia explica a laSexta que los ucranianos de Jersón están utilizando satélites de comunicaciones de la red de Starlink, de Elon Musk, para poder hacer llamadas después de meses sin hablar con familiares y amigos.
Situaciones de vuelta a la normalidad que contrastan con lo que se vive a solo unos kilómetros, en el frente. Y es que las tropas ucranianas siguen luchando para recuperar cada día terreno. "La gente está celebrando mientras suenan los misiles", explica.
Jersón, antes de la invasión rusa, superaba los 300.000 habitantes. Muchos huyeron al inicio del conflicto, otros fueron evacuados. Los últimos cálculos estimaban que unas 60.000 personas continúan en la ciudad.
Los rusos destruyeron gran parte de las infraestructuras antes de huir. También se han retirado 2.000 minas y objetos explosivos. Pese a ello, Ucrania ya está trabajando para volver a reanudar el tráfico ferroviario de la ciudad y así conectar Jersón con el resto del país.