Estudiantes, docentes, sindicalistas y políticos opositores al presidente de Argentina, Mauricio Macri, han llegado a la Plaza de Mayo, para pedir una subida de los salarios que compensen la alta inflación y un mayor presupuesto para las universidades públicas.
"¡Defender la universidad pública!", se leía en algunos de los carteles de los manifestantes que cantaban contra el Gobierno bajo una intensa tormenta. Con la Universidad de Buenos Aires a la cabeza, las instituciones educativas públicas argentinas, que son totalmente gratuitas, se encuentran entre las mejores de América Latina.
En medio de una huelga que lleva semanas, los docentes y otros empleados universitarios piden un ajuste salarial superior al 15% ofrecido por el Gobierno, ya que se estima que la inflación podría acercarse al 35% este año.
Sin embargo, Macri se ha mostrado inflexible a la hora de negociar los ajustes salariales en el sector público, con la intención de cumplir con la promesa que hace meses hizo al Fondo Monetario Internacional (FMI) de reducir el déficit fiscal a cambio de una multimillonaria línea de crédito.
Recientemente, el Gobierno recibió críticas por ajustes en otras áreas, como el sanitario. La masiva protesta muestra las dificultades que enfrenta Macri, quien planea ser reelegido en 2019, para realizar un ajuste en la economía, en momentos en los que su Gobierno está afectado por una grave crisis financiera.