La Asamblea Nacional francesa ha aprobado este martes por amplia mayoría que la Constitución del país recoja la "libertad garantizada" de las mujeres a abortar, una modificación impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron que aún debe votarse en el Senado, de mayoría conservadora, que todavía podría tumbar la medida.
El cambio constitucional, en todo caso, de hacerse realidad convertiría a la Carta Magna francesa en la única vigente en todo el mundo que garantiza de manera explícita el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. De momento, ha salido adelante en la Cámara Baja con 493 votos a favor, 30 en contra y 23 abstenciones.
La cuestión pasará ahora a manos de la Cámara Alta, de mayoría conservadora, y que parece reticente a darle el visto bueno definitivo a la constitucionalización del aborto. De hecho, el Ejecutivo ya había sustituido el término "derecho al aborto" por el de "libertad garantizada" para abortar.
El presidente del Senado, Gérard Larcher, ha manifestado ya sus reservas, apuntando que "el aborto no está amenazado" en Francia y que, en caso de que así fuera, él mismo "lucharía para que se mantenga". "Creo que la Constitución no es un catálogo de derechos sociales", ha manifestado.
Ya a mediados de octubre, la Cámara Alta francesa rechazó el primero de los tres proyectos de ley que buscaban reforzar el derecho al aborto y a la anticoncepción en la Constitución gala.