El 24 de marzo de 2016, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) de La Haya daba un golpe sobre la mesa contra Radovan Karadžić, el exlíder serbobosnio que aplicó una política del terror durante la guerra de Bosnia. Ese día, Karadžić fue condenado a 40 años de cárcel por crímenes contra la humanidad. "Culpable de genocidio, exterminación, crimen contra la humanidad", dictaba el juez ante un Karadžić con gesto torcido y una sala expectante por la sentencia judicial.
El TPIY lo consideraba así responsable del genocidio de Srebrenica, del sitio de Sarajevo y de otros crímenes de guerra durante la década de los 90, en los años en los que fue reconocido como presidente de la República Srpska (de 1992 a 1996). Al exlíder del Partido Democrático Serbio se le atribuyó la muerte de más de 20.000 personas. Tras conocer la condena, sus familiares se manifestaron a las puertas de la corte.
Pero no acabó en esa fecha esta cuestión, pues tres años después, el 20 de marzo de 2019, Radovan Karadžić volvía a sentarse en el banquillo para escuchar la ampliación de su condena. "Se le impone la cadena perpetua", declaró el tribunal. Un cambio de sentencia con el que se confirmaba que Karadzic pasará el resto de su vida en prisión. Los jueces desestimaron la apelación del exlíder serbobosnio.
No solo eso, además consideraron demasiado suave la condena a 40 años que se le impuso en primera instancia. La decisión fue celebrada con aplausos en la sala y con mucha emoción por la familia de las víctimas del genocidio.
*Efeméride: laSexta está rememorando el aniversario de algunos de los acontecimientos históricos más relevantes.