Durante la madrugada, comenzó a salir humo de un edificio de seis plantas. En los aledaños de la fábrica incendiada, al oeste de Delhi, colocaban escalinatas para ayudar a la evacuación. Al menos 43 personas han muerto. El incendio se habría originado donde dormían, un pequeño espacio sin apenas ventilación.
La fábrica era ilegal y carecía de plan contra incendios
Un testigo contó que "estaban durmiendo allí y nunca despertaron". Los medios locales afirman que la fábrica era ilegal y que carecía de plan contra incendios. Presentaba incluso ventanas selladas. "La mayoría han muerto asfixiados por el humo", lamentó otro testigo. Fuera, desesperados, ciudadanos buscaban a sus familiares. "Somos pobres y mi padre trabajaba aquí", dijo un hombre entre lágrimas.
Trasladaron a supervivientes incluso en tuc tucs
Los bomberos sacaban como podían a los supervivientes que tenían que ser trasladados a los hospitales incluso en tuc tucs. Hasta 30 dotaciones de bomberos intentaron abrirse paso entre el tráfico. Las calles son tan complicadas que tuvieron que sofocar las llamas a 100 metros. En la angustiosa espera, testigos contaron cómo recibieron la llamada de un familiar que no podía salir y que se cortó segundos después.
Las autoridades investigan las causas del suceso y algunos testigos apuntan a un cortocircuito: "Todos estos cables cuelgan peligrosamente y nunca los arreglan". Ha sacudido un área humilde y superpoblada, donde se ubica el mercado más extenso de la capital india. Es el segundo gran incendio que se convierte en tragedia.