Conocidos como drones asesinos o kamikazes por su precisión, los Switchblades, son el arma de última tecnología que Estados Unidos va a enviar a Ucrania y que podrían dar un giro radical en la guerra.
El Gobierno estadounidense hará entrega de un total de 100 dispositivos listos para acabar con los blindados rusos de una forma rápida y eficaz. Y es que en menos de diez minutos se pueden configurar y poner en funcionamiento.
Se transportan en una especie de mochila, como un lanzamisiles, y están equipados con cámaras, sistemas de navegación y explosivos guiados.
Las armas se pueden programar automáticamente o activarlas un operador. Pesan según el modelo entre 2,5 y 55 kilos y tienen un alcance de hasta 64 kilómetros.
Cuestan cada uno más de 5.000 euros y aunque son de un único uso son difíciles de localizar y destruir por el enemigo, porque pueden alcanzar una velocidad de 101 kilómetros por hora.
Los drones de EEUU se sumarán a los que ya utiliza Ucrania en combate, los Bayraktar TB-2 Baracuda. Fueron enviados por Turquía y están equipados con bombas ligeras guiadas por láser. Estas armas han logrado derribar decenas de objetivos y puestos de mando rusos en tierra con éxito.
Aunque no pueden alcanzar objetivos en el aire, han permitido hacer frente a la ofensiva rusa, sobre todo durante las primeras semanas del conflicto. Drones de guerra, que junto a los misiles donados por Occidente, contribuyen a la resistencia ucraniana en la guerra.