Este martes se ha iniciado vuelta progresiva a las clases en Francia, una de las medidas más polémicas de las anunciadas por el presidente, Emmanuel Macron, para esta primera semana tras el fin del confinamiento por la crisis del coronavirus. Así, cerca de 130.000 profesores han recibido en las aulas a casi 1,5 millones de alumnos, de un total de 6,7 millones.
Un ejemplo de las medidas de seguridad establecidas en los centros lo encontramos en una escuala de Tolouse, donde los alumnos se han encontrado vallas y cinta blanca en el suelo para organizar -con seguridad- la entrada de los niños a las escuelas de primaria. Como se puede ver en el vídeo que acompaña estas líneas, con ese mecanismo los padres dejan a los niños directamente en el aula.
Dentro, en los pasillos, se ha colocado más señalización en las baldosas para delimitar el espacio que deben respetar para entrar en las aulas. La foto del día han sido niños -pocos- esperando en filas y separados entre sí a más de un metro de distancia, como dicta la norma. Algunos con mascarilla y otros sin ella. Para los alumnos de primaria no es obligatoria, sí para los de secundaria y docentes.
Dentro de las aulas también se ha instaurado un estricto protocolo de higiene: las mesas están separadas por la misma distancia de metro y medio, está prohibido compartir el material ya sean lápices o libros -en algunos colegios han precintado incluso las estanterías-, y en cada clase solo podrá haber un máximo de 15 alumnos. Una rátio que baja hasta los 10 en las guarderías. Además, se recomienda que los niños se laven las manos, al menos, ocho veces al día.
Los patios se han dividido para que los alumnos de diferentes clases no se crucen. Tampoco se permiten ciertos juegos ni el uso de la pelota.
La vuelta al colegio es una de los grandes desafíos del desconfinamiento. En Francia este retorno escolar ha sido cuestionado por científicos y padres, pero el ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer, lo ha defendido "por el bien de los pequeños": "Desde el punto de vista educativo, es algo bueno para los niños volver al colegio". Se trata de un regreso encorsetado bajo estrictas medidas sanitarias que será progresivo y voluntario.