La farmacéutica AstraZeneca interrumpe un ensayo clínico para lograr una vacuna contra la COVID-19, porque uno de los participantes sufre "una enfermedad potencialmente inexplicable", informó un portavoz de la compañía a medios estadounidenses. "Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios", indicó el portavoz a la cadena CNBC.
El voluntario que enfermó reside en Reino Unido, según informa Stat, que dijo desconocer la naturaleza de la reacción adversa que sufrió el individuo, aunque se espera que se recupere.
Esta es la vacuna que había desarrollado AstraZeneca, con sede en Cambridge (Reino Unido), junto a la Universidad de Oxford y cuya eficacia se estaba experimentando en EEUU, Brasil y Sudáfrica después de que el ensayo hubiera dado resultados positivos en sus fases iniciales, cuando se probó con mil personas en el Reino Unido. Además, los Gobiernos de Argentina y México, así como la fundación mexicana Slim, llegaron en el mes de agosto a un acuerdo con AstraZeneca y con la Universidad de Oxford para fabricar la vacuna en sus países y, luego, distribuirla a todos los países de Latinoamérica, con excepción de Brasil.
Por el momento, se desconocen los efectos que podría tener este incidente en los planes de AstraZeneca para desarrollar la vacuna en México y Argentina. El portavoz de la farmacéutica, citado por medios locales, aseguró que se "está trabajando para acelerar la revisión de ese incidente único con el objetivo de minimizar cualquier impacto potencial en los planes del ensayo".
AstraZeneca había iniciado la fase 3 de su ensayo en EEUU a finales de agosto, según clinicaltrials.gov, un registro del Gobierno estadounidense; mientras que en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, el estudio de la vacuna estaba entre las fases 2 y 3, de acuerdo a Stat. AstraZeneca tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios en la fase 3 en Estados Unidos. Es la primera vez que uno de esos ensayos para lograr la vacuna contra la COVID-19 tiene que ponerse en pausa por razones de seguridad.
María Neira, directora de Salud Pública de la OMS, ha restado importancia a la paralización de los ensayos clínicos y ha asegurado en una entrevista en Antena 3 que "significa que las cosas se están haciendo bien".
"Lo veo como algo positivo. Incluso con la reacción mediática, han parado y de manera transparente. Veremos qué significa. No es una noticia negativa, sino que los ensayos funcionan como deben", ha explicado.
España compró tres millones de dosis de la vacuna
Se trata de la vacuna que el Gobierno había adquirido (un total de tres millones de dosis) para, si funcionaban los ensayos, comenzar a utilizar en diciembre, tal y como avanzó el presidente Sánchez el pasado lunes.
"Esperemos que en diciembre podamos empezar a vacunar a una parte de la población", afirmó el líder del Ejecutivo. A raíz de esto, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que de los 30 millones de dosis que recibirá Europa, a España llegará un 10%; es decir, tres millones de dosis llegarán a nuestro país a partir de finales de año.
Tras conocerse la noticia, fuentes del Gobierno aseguran a laSexta que van a esperar a ver en qué consiste esta paralización de los ensayos y los pasos siguientes que se van a dar. Afirman también que esta no es la única vacuna que va a comprar Europa e insisten en que se va a garantizar la eficacia y la calidad en todo momento.