El atropello mortal de una joven de unos 20 años en Nueva Delhi, que fue arrastrada en los bajos del coche durante kilómetros y cuyo cuerpo desnudo fue hallado horas después, ha desatado la indignación en la India.
"Lo que ocurrió (en el barrio de) Kanjhawala es completamente vergonzoso. Espero que los culpables sean castigados severamente", ha lamentado el jefe de Gobierno de la capital india, Arvind Kejriwal, en la red social Twitter.
La joven fallecida viajaba en una motocicleta en la noche del pasado domingo cuando fue derribada por un coche en el que viajaban cinco hombres, según la versión policial, que fueron detenidos ayer. La televisión delhí NDTV ha mostrado imágenes procedentes de cámaras de seguridad, en las que se observa a un coche gris arrastrando en sus bajos a la víctima en varios puntos de la ciudad.
Los acusados supuestamente condujeron durante varios kilómetros, hasta que sacaron a la joven de debajo del vehículo y huyeron de la escena, ha afirmado a los medios de comunicación el comisario adjunto de Policía Harendra Singh.
Los agentes encontraron posteriormente el cuerpo sin vida y desnudo de la joven. El poco respeto a las normas de circulación, la mala iluminación o el mal estado de las vías contribuyen al alto número de accidentes en la India, donde en 2020 murieron 131.714 personas perdieron la vida en accidentes automovilísticos según datos oficiales.
Pero que la víctima sea una mujer, que fuese hallada sin ropa y la huida de los agresores da una dimensión diferente al atropello, según la Comisión Nacional de Mujeres (NCW), un organismo dependiente del Gobierno indio, que ha exigido una investigación "justa y eficiente".
"La NCW también ha pedido que la autopsia de la víctima aclare si la víctima fue agredida sexualmente o no", ha señalado el organismo en un comunicado, ante la denuncia en este sentido de la madre de la joven.
Numerosas personas se han reunido para protestar frente a la estación de policía de Sultanpuri por esta trágica muerte pidiendo que los culpables sean condenados.
La Agencia Nacional de Registro de Delitos de la India (NCRB) registró en 2021 más 428.000 denuncias de mujeres que dijeron haber sido víctimas de violencia, así como 31.600 violaciones. La India vivió masivas protestas sin precedentes contra la violencia a las mujeres a finales de 2012, tras la violación en grupo de una joven universitaria en un autobús en Nueva Delhi y su posterior muerte por las graves heridas.
Ese caso marcó un antes y un después en el país y desde entonces las leyes contra las agresiones sexuales se han ido endureciendo, acelerando también la pena capital contra algunos agresores, aunque muchos critican que las medidas no han sido suficientes.