Un Airbus 321 con 233 personas a bordo ha aterrizado de emergencia en un campo de maíz a las afueras de Moscú, sin que se registraran víctimas mortales, según ha informado la Agencia Federal de Rusia para el Transporte Aéreo (Rosaviatsia).
Al menos diez personas, entre ellas tres niños, resultaron heridas como consecuencia del aterrizaje forzoso, según el Ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia, aunque su estado no reviste de gravedad.
La aeronave, perteneciente a la aerolínea rusa Uralskie Avialinii, chocó con una bandada de pájaros poco después de despegar del aeropuerto de Zhukovski, en la afueras de Moscú, con destino a Simferópol (Crimea).
Según las primeras informaciones, la colisión con las aves y su entrada en los motores provocó que se apagara una de las dos las turbinas del avión y la otra redujese considerablemente su potencia.
Ante la situación, indicó Rosaviatsia, la tripulación decidió aterrizar el aparato de emergencia y apagar los motores antes de aterrizar. El Airbus aterrizó en el maizal, situado a más de un kilómetro de la pista del aeropuerto, de panza, con el tren de aterrizaje retraído y los motores apagados.
El director general de la citada aerolínea, Serguéi Skurátov, defendió la actuación de los pilotos del avión: "Actuaron correctamente, de acuerdo con las instrucciones [para estos casos], tal y como les prepararon. Antes del aterrizaje de emergencia apagaron los motores", indicó.
La tripulación de cabina evacuó a los pasajeros en las rampas hinchables de emergencia y los heridos fueron trasladados a un centro médico en Zhukovsky. El resto del pasaje fue conducido al aeropuerto.
Skurátov agregó que los choques de aviones con bandadas de pájaros "son muy raros, quizá uno en 50 años". "Quisiera manifestar mi especial agradecimiento a las azafatas, a nuestras chicas. Organizaron muy bien la evacuación", añadió.
Para investigar las circunstancias y las causas del accidente, se ha formado una comisión especial, que incluye representantes de la Agencia Federal de Transporte Aéreo.