Doble moción de censura

El aviso de Barnier ante la inminente caída de su Gobierno: "Nos jugamos el interés superior de Francia"

Un último intento El primer ministro francés aún cree posible "un reflejo de responsabilidad" que evite la caída de su Ejecutivo, pero todo apunta a que la censura prosperará.

El primer ministro de Francia, Michel Barnier, durante una entrevista televisada la víspera de someterse a una doble moción de censura.El primer ministro de Francia, Michel Barnier, durante una entrevista televisada la víspera de someterse a una doble moción de censura.EFE/EPA/THOMAS SAMSON / POOL MAXPPP OUT

El todavía primer ministro de Francia, Michel Barnier, cree que aún es "posible que haya un reflejo de responsabilidad" por parte de los diputados galos para que las dos mociones de censura que se votan este miércoles contra su Gobierno -una planteada por la izquierda y otra de la ultraderecha- no salgan adelante.

"Nos jugamos el interés superior del país", ha advertido Barnier, en una entrevista televisada desde su despacho en el palacio de Matignon en París. "Los dorados que nos rodean, los vehículos oficiales, los oros de la República, a mí eso me da igual, ese no es el tema, no soy yo quien está en cuestión. Lo que ocurre ahora me trasciende", ha incidido.

El también exministro y excomisario europeo, de 73 años, ha reconocido que la situación en la que el presidente Emmanuel Macron le nombró como jefe de Gobierno era "inaudita" en los últimos 60 años dada la fragmentación política de una Asamblea Nacional difícil de gestionar por su división en tres bloques: izquierda, centro macronista y ultraderecha lepenista.

"Cuando llegué aquí hace tres meses sabía que podía irme a la mañana siguiente, porque es una cuestión política y es muy complicada", ha señalado. "Si la moción de censura prospera", ha alertado, "todo será más difícil y más grave". Barnier además ha recordado que, por cuestiones constitucionales, no podrá haber elecciones legislativas hasta mediados de 2025, lo que, en su opinión, agravará aún más la situación de inestabilidad política.

Si es cesado por la Asamblea, como todo apunta, Barnier será el primer ministro más efímero de la V República desde 1958, tras permanecer apenas tres meses en el cargo. No obstante, en su entrevista ha aseverado que su puerta sigue "abierta" para "escuchar" las propuestas de los diputados para un "Presupuesto que no es perfecto".

Un primer ministro polémico desde el inicio

Barnier llegó a la jefatura del Gobierno tras dos meses de impasse político y otro de conversaciones en el Elíseo hasta que el presidente optó por el perfil del veterano exnegociador del Brexit como única forma de reconciliar a las tres familias políticas que se sientan a partes casi iguales en la Asamblea surgida de las legislativas de julio pasado, que la alianza de izquierdas del Nuevo Frente Popular ganó por sorpresa.

Rechazado desde el primer momento por la izquierda, que reclamaba el puesto para uno de los suyos al tener más diputados que los otros dos bloques, el conservador moderado contaba con el aval vigilante de la ultraderechista Marine Le Pen que, sin embargo, no ha soportado la prueba del primer gran texto presupuestario.

Macron sopesa ya sustitutos

Sobre su relación con Macron, Barnier ha asegurado en la entrevista de este martes que habla con él "todos los días" y se ha mostrado en desacuerdo con los llamamientos a la dimisión del presidente, que "ha sido escogido para ejercer" cinco años más. Sin embargo, la química entre ambos nunca ha sido fluida y según 'Le Monde' el presidente descubría los proyectos del Gobierno al leer la prensa.

El primer ministro rompió, además, con uno de los principios del macronismo, el de mantener al mínimo los impuestos empresariales como auténtico motor de la economía. El presidente fue abandonando la escena nacional en favor de la internacional y, de hecho, Barnier le informó de su intención de exponerse a una moción de censura cuando Macron ya volaba en el avión presidencial camino de Riad en viaje oficial.

Desde la capital saudí, el presidente galo confió en que la moción termine por no prosperar y descartó dimitir por la nueva crisis política que se avecina en el país. "Eso es política de ficción, no tiene ningún sentido", declaró durante una conversación con periodistas franceses desplazados a Arabia Saudí.

Ahora tendrá que regresar a la escena nacional y con poco margen de maniobra, por lo que tendrá que actuar con urgencia. Sin embargo, según varios medios, Macron lleva ya días valorando sus opciones para sustituir a Barnier ante una caída que se antoja inminente: entre los nombres que se barajan, el que suena con más fuerza es el del actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, el único que lleva en el Gobierno desde que Macron llegó al Elíseo en 2017.