El senador Bernie Sanders, candidato del ala izquierda del Partido Demócrata, ha derrotado con claridad a sus rivales por la candidatura presidencial en el estado de Nevada tras lograr un 46,6% del apoyo, muy por delante del 19,2% de Joe Biden.
Por detrás quedan Pete Buttigieg (15,4%), Elizabeth Warren (10,3%) y Amy Klobuchar (4,5%), según los datos publicados por el portal Politico, lo que deja a Sanders en una posición privilegiada para encarar el resto de la carrera de las primarias tras demostrar su capacidad para aunar a una diversidad de votantes.
En particular destaca el tirón de Sanders entre los jóvenes y los latinoamericanos, lo que supone aproximadamente un tercio del electorado en el estado de Las Vegas. Igualmente se ha impuesto en los caucus del centro de la ciudad de Las Vegas, lo que demostraría su capacidad de sumar a sindicalistas.
"En Nevada hemos forjado una coalición multigeneracional y multirracial que funciona no sólo en Nevada, sino que va a arrasar este país entero", ha afirmado Sanders durante un acto con simpatizantes en San Antonio. La participación en Nevada ha sido alta, con más de 75.000 asistentes en un primer recuento parcial, lo que supera ya la participación de 2016.
Sanders ya se había impuesto en las primarias de New Hampshire a Bittiggieg, la gran sorpresa de estas primarias, y en Nevada los dos se repartieron el mismo número de delegados para la convención demócrata que escogerá finalmente al candidato en julio.
Tras los resultados de Nevada, Sanders está claramente en cabeza en número de delegados. Mientras en Iowa y New Hampshire más del 90% de votantes son blancos, en Nevada el 30% son latinoamericanos, el 10% son negros y además tiene una importante comunidad de origen asiático.
En 2016, Sanders cayó ante Hillary Clinton en las primarias en parte por la falta de apoyo entre las minorías.
Ahora un estudio de Univision apunta a que Sanders es la primera opción para los latinoamericanos con un 33%, frente al 22% de Joe Biden, un espaldarazo con vistas al Supermartes del próximo 3 de marzo, cuando se deciden aproximadamente un tercio de todos los delegados con Texas y California como protagonistas. En ambos estados Sanders lidera las encuestas.
Desde el entorno de Buttigieg y del millonario Mike Bloomberg han advertido ya de que si el partido no consigue hacer un frente común frente a Sanders antes del 3 de marzo podría lograr un número "irremontable" de delegados.
Buttigieg advierte abiertamente de que un Sanders candidato autodenominado socialista democrático podría ser un desastre en las presidenciales. "Sanders cree en una revolución inflexible e ideológica que deja fuera a la mayoría de los demócratas, por no decir a la mayoría de los estadounidenses. Sanders defiende una campaña de combate, división y polarización", ha argumentado.
Precisamente el presidente saliente, el republicano Donald Trump, contempla animoso el proceso de las primarias demócratas y lanza sus dardos contra 'Crazy Bernie' ('El Loco Bernie'), desde su cómoda posición con la candidatura republicana casi garantizada para las elecciones de noviembre: "El Kremlin estaría apoyando a Bernie Sanders para lograr la Casa Blanca, dice Jon Scott en Fox News. ¿Por qué nadie me lo había dicho?", ha publicado Trump en Twitter.