El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado en la madrugada de este viernes que obligará a todos los trabajadores de su Gobierno a demostrar que están vacunados si no quieren someterse a tests regularmente, y no ha descartado que pueda imponer en el futuro un mandato de vacunación a nivel nacional.
El anuncio de Biden, que también ha pedido al Pentágono obligar a vacunarse a todos los militares del país, coincide con un preocupante aumento de casos de COVID-19 vinculado al avance de la variante delta en Estados Unidos, que está obligando a dar marcha atrás a algunas medidas de reapertura.
"Vamos a pedir a todos los empleados del Gobierno federal que demuestren su estatus de vacunación", ha dicho Biden durante un discurso en la Casa Blanca.
Vacunas o tests
Quienes no proporcionen esa prueba deberán llevar una mascarilla al trabajo y someterse a tests de forma semanal o incluso dos veces por semana; además de mantener distancias físicas y tener prohibido, en general, participar en viajes oficiales.
La medida se aplicará a los más de 4 millones de trabajadores federales en Estados Unidos y el resto del mundo, y se adoptarán estándares similares para todos los contratistas de la Administración, según la Casa Blanca. "Si usted quiere hacer negocios con el Gobierno federal, vacune a sus trabajadores", ha subrayado Biden.
El anuncio supone un intento de Biden de aprovechar al máximo su autoridad a la hora de impulsar la campaña de vacunación en Estados Unidos, que se ha ralentizado notablemente en los últimos dos meses, con apenas el 49% de la población inoculada con la pauta completa.
Como presidente, Biden puede imponer unilateralmente un mandato a los trabajadores de su Gobierno, pero hasta ahora, la Casa Blanca había asegurado que no tenía legalmente el poder de hacer lo mismo para obligar a todos los estadounidenses a vacunarse.
Posible orden de vacunación nacional
Sin embargo, el propio Biden ha contradicho a sus asesores y ha dejado la puerta abierta a la posibilidad de encontrar una vía para imponer ese mandato a nivel nacional.
"La cuestión es si el Gobierno federal puede ordenarlo a todo el país. Aún no lo sé", ha afirmado el presidente en respuesta a la pregunta de una periodista.
Por ahora, el presidente indicó que los estados, localidades y empresas sí tienen el poder, según el Departamento de Justicia, de imponer mandatos de vacunación en sus jurisdicciones, y dijo que le "gustaría" ver que eso ocurre cada vez más.
Aunque la idea de obligar a la vacunación es muy polémica en un país como Estados Unidos, donde la libertad individual se valora enormemente, cada vez más empresas se están planteando la idea.
Esta semana, compañías como Google, Facebook, El Washington Post o Lyft han exigido que todos los trabajadores que vuelvan a sus oficinas estén vacunados, y la Casa Blanca confía en que el mandato a los empleados federales anunciado por Biden inspire a más empresas a seguir ese ejemplo.
No está claro cuántos trabajadores del Gobierno estadounidense están ya vacunados, pero el anuncio de Biden ha generado críticas en algunos sectores del personal federal, entre ellos el sindicato de empleados del servicio postal y una asociación de agentes de seguridad y aplicación de la ley.
La variante delta representa el 83% de los casos
Biden ha insistido sin embargo en la necesidad de tomar medidas como esta, dada la expansión de la variante delta, que representa ya al menos el 83% de los casos secuenciados en EE.UU. y ha generado un aumento notable de los contagios y hospitalizaciones en las últimas semanas.
"Esta es una tragedia estadounidense. Está muriendo gente que no tendría por qué morir, y seguirán muriendo", ha lamentado el presidente.
El mandatario también ha pedido al Pentágono que examine "cómo y cuándo añadirán la vacuna contra el COVID-19 a la lista de las requeridas" para los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses, ha explicado la Casa Blanca en un comunicado.
Más del 70% de los militares estadounidenses están ya completamente vacunados, según datos del Pentágono, una proporción muy superior al 49 % de la población general de Estados Unidos que ha recibido la pauta completa.
100 dólares por vacunarse
Además, Biden ha propuesto que los estados, territorios y localidades ofrezcan una recompensa de 100 dólares a quienes se vacunen, aprovechándose de los fondos contenidos en el paquete de rescate aprobado por el Gobierno.
Una iniciativa que por ejemplo ya adoptó este miércoles la ciudad de Nueva York, que dará los cien dólares en efectivo a cualquier residente que vaya a un centro municipal a ponerse la primera dosis de la vacuna.
"Si los incentivos nos ayudan a vencer a este virus, creo que deberíamos usarlos", ha afirmado el presidente, al asegurar que ese tipo de programas que han lanzado estados y empresas "están funcionando".
Las medidas se anunciaron dos días después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, en inglés) cambiaran sus directrices y recomendaran a quienes estén vacunados que vuelvan a llevar mascarilla en espacios interiores y públicos en la mayor parte del país.
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El cambio se debió a la aparición de nuevos estudios "preocupantes", que indican que "en casos excepcionales, algunas de las personas vacunadas e infectadas con la variante delta pueden ser contagiosas", explicaron los CDC.